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Oaxaca, Oax. 12 de enero de 2010 (Quadratín).- La crisis del hambre afecta no sólo a las zonas rurales e indígenas, se recrudece también en las zonas urbanas por lo que los gobiernos tienen la obligación de enfrentar este reto con políticas públicas destinadas a garantizar la seguridad alimentaria, manifestó Gabino Cué Monteagudo al reunirse con colonos de la ciudad de Oaxaca de Juárez
En un recorrido realizado por la colonia El paraíso, de la agencia de Santa Rosa Panzacola, el ex edil capitalino y senador de la República agregó que los gobiernos han fallado en los acuerdos tomados en el seno de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) porque no han sensibilizado lo suficiente a su población acerca del problema del hambre mundial.
Asimismo, porque aunque se han emitido leyes y acuerdos, no se ha reforzado a nivel internacional y nacional la lucha contra el hambre, la malnutrición y la pobreza.
Por lo que respecta a Oaxaca, Cué Monteagudo lamentó que la entidad siga estando ubicada en los últimos lugares de ingreso y de empleo, lo cual contribuye a que grandes capas de la población vivan en situaciones de hambre y de pobreza.
Recordó que de acuerdo con datos oficiales, en las comunidades indígenas de Oaxaca alrededor de 56 por ciento de la población infantil menor de 5 años padece desnutrición, lo cual no ha sido posible remontar porque los grandes presupuestos se destinan a obras y gasto corriente y jamás se piensa en la alimentación y nutrición de la gente.
No es posible, refirió, que de los 100 municipios del país considerados en condiciones extremas, 45 de éstos se encuentren en Oaxaca, particularmente en las sierras sur, norte, costa y mixteca.
Y si además, el 38 % de la población total del estado no cuenta con recursos suficientes para adquirir la canasta básica alimentaria, lo cual habla de que al menos un millón 300 mil personas padecen hambre en la entidad.
Frente a esta situación, el legislador estuvo de acuerdo con un importante grupo de colonos que entablaron una amena plática con él, que una de las acciones a poner en práctica es impulsar el crecimiento agrícola e incrementar sustancialmente la inversión destinada a fortalecer el campo oaxaqueño.
Y fomentar, tal como se hace a nivel internacional y ya lo están haciendo en Oaxaca muchos grupos productivos, la agricultura familiar como fuente primaria de alimentos e ingresos.