Diferencias entre un estúpido y un idiota
“Cuando no existe un líder natural, la sociedad lo crea”: Ricardo Homs
OAXACA, Oax. 26 de enero de 2016.- En el siglo 11 a.c. existió una tablilla babilónica con una inscripción grabada que enjuiciaba a la juventud como “corrompida hasta el corazón”, detallaba además: “…es mala, atea y perezosa, jamás será lo que la juventud ha de ser, ni será capaz de preservar nuestra cultura”. Este juicio bajo diversas formas de expresión, en diversas épocas y en voz de diversos actores sociales se le ha atribuido al sector juvenil, negándole su capacidad del buen actuar y estigmatizándolo como una fuerza inconsciente y destructora.
Así, en pleno siglo 21, no debe asombrarnos que la revista “Time” en su artículo “millennials, la generación del yo, yo, yo” escriba de nosotros, quienes nacimos entre 1980 y 2000, que somos narcisistas, arrogantes, flojos y que creemos tener derecho a todo; infatuados con la fama, con menor compromiso y participación en la política que cualquier otra generación.
¿Somos esa generación tan irritante que se describe bajo los nombres de millenials, generación “Y” o generación Peter Pan?.
Una posible interacción complementaria entre los jóvenes y el desarrollo de la sociedad parece por siglos antagónica, más aún cuando se trata de analizar, proponer y ejecutar modelos políticos y económicos, sociales y culturales que permitan una participación real en la toma de decisiones para dirigir los destinos de su comunidad.
La historia deja ver que las generaciones han sido marcadas por las diversas formas en que reaccionan los jóvenes ante las circunstancias de su contexto: La generación silenciosa o también llamada “más joven” de los años 20 y 40 ante la gran depresión norteamericana; los “baby boomer” como aquella generación de 1945 a 1965, aproximadamente, que vivió los efectos de la segunda guerra mundial y la generación “X” que antecede a la actual, comprendida de los 60 a los 80 que enfrentaron el fin de la guerra fría, la caída del muro de Berlín, la aparición de la Internet y del SIDA como algunos de los acontecimientos más importantes que marcaron a esta generación.
La realidad es que nuestras mejores generaciones se disuelven ante las realidades abrumadoras que les toca vivir. La esperanza está en la aparición de una generación consciente de su tiempo, que asuma un liderazgo que les permita actuar libremente y no seguir el patrón de ser sólo reacción y sobrevivencia, como la hoja en las manos del viento que va de uno a otro rincón del espacio.
Necesitamos ser una Generación Kybernus.
Kyernus significa timón en griego y fue el nombre que Ricardo Salinas Pliego y su equipo de colaboradores de Grupo Salinas eligieron para bautizar una idea de responsabilidad social empresarial con México, más específicamente con lo más talentoso de nuestro país: sus jóvenes. Una visión que derivó en el programa de liderazgo juvenil con compromiso y valores “Kybernus: tu liderazgo importa”.
Desde 2012 hasta la fecha el programa ha emprendido un recorrido por los diferentes estados de la república, identificando a aquellos jóvenes que por sus actividades sociales, políticas o empresariales han sido reconocidos por sus contemporáneos como líderes de acción positiva.
Tuvo el acierto de adelantarse al tiempo y a las circunstancias que seguramente tarde o temprano abrían de reunir a los líderes juveniles, quizás ya no tan jóvenes.
Nada tan complejo como reunir a la diversidad de talentos, ideologías y convicciones sin mayor razón que no saberse solo en las ilusiones, en el trabajo y lucha de que se da en el terreno de lo público.
Quizá al inicio, cuando se tomaron talleres especializados sobre Democracia y Participación Ciudadana, Geopolítica e Innovación y Emprendimiento Social, el objetivo era el fortalecimiento de los liderazgos en lo individual.
Pero la trascendencia de las sinergias de acciones e ideas que ha provocado el programa entre los jóvenes nos obliga a hablar de la necesidad de construir una generación que adopte la visión de ser kybernus, una generación que se convierta en un verdadero timón con un rumbo bien definido.
Ante la actual crisis de liderazgos, es necesario que los jóvenes se asuman como líderes. Quienes somos Kybernus entendemos que los liderazgos de antes fracasaron porque se fundaban en las jerarquías y en hacer predominar los intereses personales sobre los colectivos. Los líderes de hoy debemos tener presente que nuestra fortaleza está en las relaciones horizontales, dónde desde la igualdad se pueda construir en la unidad. Por eso la primera característica de esta generación Kybernus debe ser la generosidad.
Quien tiene visión entiende perfectamente lo que significa una sabia lectura del presente y de las posibilidades que encierra el futuro. Esta generación debe ser visionaria, optimista y con fortaleza emocional que se crezca a la adversidad, ¿de qué forma? asumiendo la decisión de participar en la transformación de aquello que no nos gusta desde dónde nos encontremos, en la sociedad civil organizada, el sector empresarial, académico o político.
Kybernus es entonces una actitud para afrontar nuestra realidad y transformarla. Es hora de tomar el timón.
Lic. en Derecho por la Universidad Anáhuac
Premio Nacional de la Juventud