Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
María del Carmen López Vásquez, mejor conocida como La Jicayana, tuvo su primera derrota, y por lo que se ve, no está dispuesta a reconocerla.
Al contrario, parece obstinada en resquebrajar la de por sí frágil unidad en el gremio magisterial que este mes elegirá a los integrantes de su Comité Ejecutivo Seccional (CES).
La ambición por ser la secretaria general de la Sección 22 la confrontó incluso con Rogelio Vargas Garfias, otro fuerte aspirante al mismo cargo que forma parte de su corriente magisterial, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y con Claudio Flores Osorio, a quien ve como enemigo por ser parte de su misma delegación.
Acostumbrada al chantaje y la presión, La Jicayana tomó la Sección 22 para exigir que le reconozcan una delegación y hacer, a modo, un triunfo que no obtuvo en la primera ronda de asambleas.
Esto es que en su delegación, D-I-235, María del Carmen López perdió la oportunidad, por el voto en contra de sus compañeros, de ser delegada en la siguiente etapa del proceso.
Ahora pretende que su delegación se divida, para que así pueda hacer válido el respaldo minoritario de sus compañeros y resulte electa delegada, sin embargo, las opiniones han sido en contrario. No debe obtener por capricho algo que no consiguió con votos.
El ruido provocado por Carmen López ha llegado ya a algunos círculos oficiales, quienes tiemblan apenas escuchan una amenaza de la mujer que instigó durante el conflicto de 2006.
¿Y la imparcialidad y no injerencia que ofreció el secretario general de Gobierno? Puede quedar sólo en el discurso pues es un secreto a voces que La Jicayana está utilizando a algunos servidores públicos para presionar a la dirigencia actual de la Sección 22 a fin de que haya una negociación y se le reconozca su delegación, por aquello de conservar la gobernabilidad y no causar un nuevo conflicto.
Es paradójico por donde se le quiera ver. Se supone que ella no reconoce al gobierno, menos a quien lo representa, y son precisamente funcionarios de ese gobierno quienes presionan a la dirigencia de la Sección 22 para que le den participación en el Congreso.
¿Acaso no imaginarán esos funcionarios un escenario con esta mujer al frente de la Sección 22? O lo harán con conocimiento de causa, previendo incluso situaciones de tipo político-electoral.
Este grupo, el más radical dentro de los radicales agrupados en la UTE, está buscando el reconocimiento de una delegación porque puede significar el pase en automático para que esta mujer ocupe la secretaría general de la Sección 22.
Si bien dentro del proceso, cualquiera de los 700 delegados puede llegar a esta cartera, es indudable que tendrá más fuerza quien llegue por un nombramiento de la base y no forzado, como lo pretende Carmen López, quien fuera candidata plurinominal en 2006 y autoexiliada después del conflicto de ese mismo año.
Pero habrá qué ver hasta dónde es capaz de manipular a la base, y si sus aliados coyunturales le siguen el juego. Por lo pronto ahí sigue en una supuesta huelga de hambre, en la que claro está ella no participa, sólo apoya.
Mientras tanto el proceso continúa. Este miércoles, el magisterio realizará asambleas masivas sectoriales en todo el estado, en las que participarán los 10 niveles educativos, para elegir candidatos 1, 2 y 3 para las principales carteras, que son unas 300 en el Comité Ejecutivo Seccional.
El jueves será la asamblea de nivel masiva, en la cual participarán 36 sectores de los 10 niveles educativos para elegir la cartera de conflictos
Y prepararse para llegar al precongreso los días 20, 21 y 22 de septiembre, que se realiza como parte de los usos y costumbres del magisterio oaxaqueño, pues esta actividad no está enmarcada en la convocatoria que emitió el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE.
En este precongreso se hará la acreditación y certificación de los delegados y será tal vez entonces cuando se tenga mayor claridad respecto de la situación de Carmen López, aunque si el magisterio cede, será cuando la reconozcan como delegada.
La discusión mayor será los días 23, 24, 25 y 26 de septiembre, de donde resultará integrado el Comité Ejecutivo Seccional, que está bajo la responsabilidad de Ezequiel Rosales Carreño desde la renuncia de Enrique Rueda Pacheco.
De ahí saldrá el nuevo dirigente, cargo pretendido por Rogelio Vargas, de la UTE; Eligio Arce Hernández, actual secretario de conflictos en nivel primaria; y muchos más que pertenecen a la CODEMO, el FEMIN, Praxis, COMAO y otros grupos que convergen al interior del magisterio, y que se sienten con más derechos para ocupar la secretaría general de la Sección 22, cargo que La Jicayana pretende obtener por la presión y el chantaje.