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OAXACA, Oax. 10 de septiembre de 2013 (Quadratín).- En el marco del Día Mundial del Linfoma, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) incrementa su compromiso por concientizar a la sociedad sobre dicha patología, permitiendo reconocer los síntomas y su tratamiento.
Diagnosticar un linfoma en sus comienzos puede ser difícil. En general, el síntoma más común es la presencia de un bulto, que no suele ser doloroso, en cuello, axila o ingle (inflamación de los ganglios linfáticos). Además, algunos pacientes pueden presentar fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso o cansancio, por lo que se pueden confundir fácilmente con enfermedades comunes como gripe o mononucleosis.
Si no son tratados a tiempo, algunos tipos de linfoma pueden tener consecuencias fatales en un plazo de seis meses, pues cada año mueren en el mundo aproximadamente 200 mil personas, como consecuencia de la enfermedad y son diagnosticados unos 350 mil nuevos casos.
De acuerdo con el Jefe Delegacional de Prestaciones Médicas, Rosalino Vásquez Cruz, la mayoría de los cánceres se nombran por su lugar de origen, por ejemplo, el cáncer de pulmón comienza en el pulmón y el cáncer de seno comienza en el seno.
La diseminación de un cáncer desde una parte del cuerpo a otra se denomina metástasis. Los síntomas y el tratamiento dependen del tipo de cáncer y de lo avanzada que esté la enfermedad. Algunos de los tratamientos más comunes para combatir el cáncer son: la cirugía, radiación y quimioterapia.
Explicó que el consumo excesivo de tabaco y bebidas alcohólicas, así como el estrés, la contaminación ambiental y factores hereditarios, son la principal causa para que este padecimiento vaya en aumento hasta en un 45 por ciento.
Dijo que ante este panorama, médicos especialistas del IMSS hacen hincapié en la importancia de la detección temprana: ya sea a través de la auto exploración de mamas, o la realización de pruebas como el Papanicolaou, o mediante ultrasonido transrectal, se previenen cáncer de mama, cérvico uterino y de próstata, respectivamente.