Isidoro Yescas / Atando cabos

Oaxaca, Oax. 25 de agosto 2010 (Quadratín).- Para que finalmente el gobernador constitucional Ulises Ruiz accediera a reunirse con el gobernador electo, Gabino Cué, tuvieron que ocurrir muchas cosas. Por ejemplo, que para negociar en condiciones de fuerza el PRI impugnara ante el Tribunal Estatal Electoral el resultado de la elección de gobernador, trámite que sigue corriendo su curso. Luego, en el Congreso local, se mayoriteó la creación de una Junta de Coordinación Política a modo, con la evidente intención de posicionar al diputado Martín Vásquez como el primer coordinador en la LXI Legislatura.
Para blindarse legal y políticamente una vez que deje el cargo, el gobernador Ulises Ruiz giró instrucciones al Presidente de la Gran Comisión de la LX Legislatura, Herminio Cuevas, para simular un proceso de juicio político en su contra, misión que fue cumplida al pie de la letra.
Pero como también hacía falta dejar constancia que todo lo ejercido por el gobierno del estado y el jefe del poder ejecutivo de enero del 2010 a la fecha se hizo de manera pulcra y transparente, el fiel y austero Herminio Cuevas también montó otra farsa de revisión y aprobación de la cuenta pública y, por supuesto, no se detectó ninguna irregularidad ni desvío de recursos.
Del 5 de julio hasta el momento en que URO y Gabino Cué se reunieron por vez primera, también en la administración pública estatal y en los ayuntamientos bajo control del PRI se registraron muchos movimientos: ceses arbitrarios de personal de confianza, saqueos de documentos y equipo de oficina, maquillaje de cifras contables, tierra, mucha tierra sobre los hoyos financieros, etc.
Ya con la casa un poco libre de escombros y con el blindaje otorgado por el Congreso local, el gobernador Ulises Ruiz terminó por aceptar la invitación para reunirse, dialogar y tomarse la foto con Gabino Cué.
De acuerdo con el contenido del boletín de prensa publicado este martes por los diarios locales en la agenda de la reunión (que no duró más allá de media hora) “incluyeron los avances obtenidos ( sic) y los desafíos que hay por delante para vencer inercias (resic), conocer a fondo los problemas más álgidos , proponer soluciones y fortalecer las instituciones públicas “.
Como el surrealista comunicado de prensa no dice nada, lo que hay que suponer es que por lo menos la reunión URO-GCM sirvió para que a partir de ayer Gabino Cué ya sea reconocido como gobernador electo por el gobierno del estado aun cuando siga pendiente la resolución del recurso de impugnación presentado por el PRI ante el TEE.
Serviría también para que antes del mes de noviembre se inicie el proceso administrativo de entrega-recepción, demanda en la que tanto insistió Gabino Cué sin encontrar una respuesta inmediata y afirmativa por parte de Ruiz Ortiz.
Según se puede desprender de la foto publicada ayer, en donde ambos políticos aparecen muy serios y adustos, la reunión no resultó tan cordial y cómoda como lo hubiesen esperado sus promotores. Pero se dio y eso a final de cuentas representa un avance en el complicado relevo gubernamental y una demostración del interés de Gabino Cué para enviar señales de reconciliación a sus adversarios políticos, sin que esto implique aceptar un borrón y cuenta nueva ni mucho menos impunidad para los políticos y funcionarios del viejo régimen que violaron la ley.
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