Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
Oaxaca, Oax. 9 de febrero de 2010 (Quadratín).- Gabino Cué Monteagudo será nuevamente el candidato a gobernador por la coalición electoral opositora al PRI.
Esta decisión habría sido ya tomada por las dirigencias nacionales del PRD, PAN, PC y PT y en tal sentido se trabaja con las dirigencias estatales de tal suerte que para el miércoles 10, fecha del registro de la coalición, también se anuncie la postulación del senador con licencia, con lo cual estaría repitiendo en la misma posición que tuvo en el año 2004.
Ya no habrá ningún proceso de elección en ninguna de sus modalidades, pues el método escogido para tomar finalmente la decisión fue el posicionamiento que cada uno de los aspirantes opositores tuvieron en las sucesivas encuestas aplicadas en las siete regiones de Oaxaca.
La más reciente de estas encuestas, aplicadas por las empresas Consulta Mitofsky y Berumen, arrojaron resultados altamente favorables para Gabino Cué, seguido de Pablo Arnaud y los priistas Adolfo Toledo Infanzón y José Antonio Hernández Fraguas.
De acuerdo con fuentes cercanas a los partidos coaligados, Cué Monteagudo se mantuvo casi siempre en primer lugar en todas las encuestas aplicadas desde la segunda mitad del 2009.
Pero en la que no hace mucho aplicaron Mitofsky y Berumen el aspirante opositor se colocó con 12 puntos de preferencia electoral por arriba del senador Adolfo Toledo Infanzón, que, sin embargo, entre los seis aspirantes oficiales del PRI, es el mejor posicionado.
De los otros aspirantes que manifestaron su interés e intención para encabezar a la Coalición, sorpresivamente fue el panista y ex presidente municipal de la ciudad de Oaxaca, Pablo Arnaud, quien logró acercarse más a Cué Monteagudo y políticos como Carlos Altamirano, del PRD, e Irma Piñeiro, del PANAL, quedaron muy atrás.
Se podría interpretar, entonces, que por lo que se refiere al candidato a gobernador, la disputa virtualmente estaría resuelta, no así en lo que hace a las diputaciones locales y concejales en donde el PAN ha sido demasiado insistente en pretender que queden ya incorporados en el convenio de coalición el reparto de los 25 distritos electorales y los 152 municipios en que estarán en disputa, entre su partido, el PRD, el PT y el PC, cancelado así, prácticamente, la posibilidad de que la coalición postule a candidatos ciudadanos.
La ley electoral (el CIPPEO) no obliga a incorporar en el convenio este último punto, pero por razones estrictamente políticas, y en un evidente intento de avasallar a los otros partidos coaligados, la dirigencia panista está apretando fuerte para conseguir este objetivo.
Y el resultado de todo este desajuste en las negociaciones interpartidistas es que ya las principales corrientes políticas del PRD, y la propia dirigencia estatal, se han inconformado y trasladado el asunto a una reunión nacional para que a esos niveles se diriman estas desavenencias.
Por supuesto, el diferendo tendrá que ser resuelto en las próximas 48 horas, pero al margen de este desarreglo interpartidista, lo que más preocupa es que un acuerdo de esta naturaleza estaría echando por tierra el compromiso público, expresado en múltiples foros y medios de información por todos los partidos que irán coaligados y por el mismo Gabino Cué- de ciudadanizar la política. En otras palabras, de cobijar e impulsar a líderes naturales y cuadros destacados de la sociedad civil, para cargos de elección popular, trátese de diputaciones o presidencias municipales.
Un mal principio, que para el futuro de la propia coalición electoral debería ser reconsiderada por sus promotores si no quieren empezar a enfrentar escenarios adversos en donde postulen candidatos a diputados o presidentes municipales plenamente comprometidos con sus partidos, pero totalmente alejados de la ciudadanía.
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