
¿Hacia dónde va México?
Oaxaca, Oax. 21 de enero de 2013 (Quadratín).-Bajo el compromiso de entregar resultados en el corto plazo hoy se lanza la Cruzada Nacional Contra el Hambre y la Pobreza, como parte de las 10 primeras acciones que ofreció el Presidente Peña Nieto en su discurso inaugural del 1º de diciembre.
La situación nacional por la que atraviesan millones de mexicanos es desastrosa. Motivada por la pésima distribución de la riqueza, el sometimiento al modelo económico-político que importamos hace unas décadas, la depravación y claudicación de las responsabilidades del Estado mexicano que puso en alarmante vulnerabilidad a millones de mexicanos.
Ahora bien, podemos considerar un acto de sensatez de la administración federal el impulso de un programa que busca erradicar el hambre, eliminar la desnutrición infantil aguda, aumentar la producción de alimentos y el ingreso de los campesinos. Pero lo será siempre y cuando, la cruzada se constituya en el preludio de otros proyectos de gobierno que aborden la problemática de manera integral y le quite el apelativo de insuficiente que hoy muchos le endilgan.
CONTEXTO
MUERTOS. Dramáticamente 23 mexicanos mueren cada día por desnutrición. Según cifras de INEGI alrededor de 8 mil 500 personas al año (sumando en los últimos doce años 102 mil 568 personas). Las 5 entidades que registran el mayor número de defunciones son: Estado de México con 10 mil 820; Veracruz, 8 mil 589; Oaxaca, 8 mil 30; Puebla, 8 mil 11; Jalisco, 7 mil 376. Atinadamente la cruzada se echará a andar -inicialmente- en estos estados, focalizado en los 400 municipios más pobres y se plantea coordinar las acciones de 66 programas gubernamentales que operan actualmente.
SOBREVIVIENTES. Más de 21 Millones de mexicanos sobreviven en condiciones de pobreza extrema y carencia alimentaria. Mexicanos que no tienen ni para comer y cuando no les va tan mal apenas pueden hacer una comida al día, regularmente cuando acuden por el apoyo del programa de Oportunidades. Según datos de CONEVAL el ingreso por integrante de familia es de 5 pesos diarios, 22 pesos por debajo del mínimo necesario para que una persona pueda satisfacer sus necesidades básicas de alimentación. En su mayoría viven en chozas de carrizo con techo de lámina de cartón y piso de tierra en la que habitan de 6 a 8 personas, con niños de 4 o 5 años de edad que habitualmente se acercan al pecho de su madre para tomar un poco del liquido materno que ya no aporta nutrientes pero que les llena el estomago por un par de horas. Estos niños forman parte de los 656 mil 500 menores de 5 años que padecen desnutrición, afectados todavía más por la negligencia de algunos gobernadores que han desaparecido los desayunos escolares que permitían a estos menores consumir una ración de leche diaria. Lo mismo sucedió con los comedores comunitarios, otro programa operado por el DIF estatal que consistía en entregar una cierta cantidad de alimento a cada uno de los estudiantes por dos pesos diarios. Este triste panorama nos revela que las familias más pobres dependen casi en su totalidad del Programa Oportunidades, que sólo atiende a 4.4 millones de mexicanos, derivado de que la población más marginada no tiene ni siquiera acta de nacimiento (documento indispensable para su afiliación).
Y por si fuera poco, como abono a esta desgracia nos encontramos estancados en la producción de alimentos básicos y su encarecimiento. Sumado a que en la última década el costo de la canasta básica aumentó en un 9 por ciento, lo que produjo que el número de personas ubicadas por debajo de la línea de bienestar mínimo aumentará cuatro millones, contabilizando a más de 52 millones de mexicanos que no tienen los ingresos suficientes para acceder a ella.
RIESGOS
1) El verdadero combate se encuentra descrito en nuestra propia Constitución, el artículo 4º const. lo refiere desde la producción agrícola hasta el acceso económico y físico a la comida. El inicio de la solución pasa por reactivar al campo mexicano sin aumentar la dependencia social con el gobierno, es necesario pensar en invertir recursos en tecnología y programas que incentiven la producción en el agro de manera transparente. Este programa debe enfocarse en transitar hacia la soberanía alimentaria y el derecho a la alimentación con una amalgama diseñada en el pequeño y mediano agricultor, sujetos que resultaron esquivados en la estrategia central del programa.
2) No es prudente crear un programa social con fachada asistencialista porque las semejanzas con Carlos Salinas de Gortari (Solidaridad) son inmediatas. En aquel entonces esos programas sirvieron para allanar el camino a las privatizaciones y desregulaciones que acentuaron nuestras desigualdades. Antecedente que a la luz de los cambios en la legislación que se avecinan, despiertan justificadas suspicacias.
3) Otro de los riesgos de la cruzada es desvirtuarse sino se aclaran los márgenes en su operación, pasar de una buena iniciativa presidencial a paliativo, hasta degenerarse en una herramienta electoral. El proyecto no debió estar concentrado en combatir el hambre, sino en atacar sus causas: la pobreza extrema.
No podemos seguir consintiendo este circulo perverso que funciona con las diametrales diferencias entre unos y otros que se favorecen de las carencias de la mayoría. No es posible que los irresponsables y corruptos ediles y gobernadores se hayan endeudado por una cantidad superior a los 400 mil millones de pesos (más de la mitad de los pasivos del IPAB) y hoy busquen impunidad y salvación; o que los partidos políticos reciban del erario un incremento de mil millones de pesos para sostener su costosísima burocracia y aceitar su maquinaria electoral para lucrar con la necesidad de las personas más necesitadas. Es momento de sensibilizarse y pensar más allá de la suerte política de cada quien, esa es la verdadera batalla.
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Twitter: @juandiazcarr
Abogado, economista y periodista.