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Almuzara Libros México, presente en la FIL de Palacio de Minería
Oaxaca, Oax. 27 de julio 2012 (Quadratín).- Beatriz Vásquez Gómez, conocida como la Frida oaxaqueña, es un personaje que supera a la original Frida Khalo, sostuvo el escritor Mario Bellatín durante la presentación de su nuevo libro, El uruguayo de los muertos, en la capital oaxaqueña.
Bellatín (Ciudad de México 1950) se reencontró con la musa que hace cinco años le inspiró la escritura de la biografía de Frida Khalo titulada Las dos Fridas, y que ahora forma parte de un relato de su nueva producción literaria presentada la noche de este viernes en la librería La Jícara.
Para recibir a Bellatín, Beatriz Vásquez preparó un bufete de suculentos platillos oaxaqueños y agua de maracuyá, la favorita del escritor, que los asistentes degustaron al término de la breve conversación que ambos sostuvieron recordando su primer encuentro en Ocotlán.
El novelista narró que en 2007, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes le solicitó una biografía para conmemorar el Centenario del natalicio de la pintora. ¿Qué voy a escribir de Frida que no se haya dicho ya para no caer en lo mismo? se preguntó.
De pronto vine acá y me dicen que Frida está viva. Llegué desolado a Ocotlán y me di cuenta que Frida Khalo era una impostora que se disfrazaba porque se quería parecerse a ti, lo que tú eres y haces en la vida cotidiana, Frida lo inventaba, le comentó Bellatín a Beatriz, quien tímidamente sólo agradeció haber conocido a Don Mario y dijo sentirse feliz.
Bellatín, tras conocer a Beatriz, dedicada a su restorán de comida oaxaqueña en el mercado de Ocotlán, asegura que le quedó claro que la verdadera Frida era ella y no a quien le estaban celebrando su centenario.
Frida Khalo era de Coyoacán y era algo así como una gringa maniaco compradora compulsiva que tenía una visión muy exótica de México que le transmitió su padre húngaro. Frida era una mujer que se aumentaba la edad, y dicen que una mujer que dice su verdadera edad es capaz de cualquier cosa, ahora imaginen una que se la aumenta.
Lo curioso, narró el escritor, es que Beatriz no sabía quién era Frida Khalo, pero era mucho más real que la artista, tanto que nunca hizo caso a sus amigas del mercado que después de investigar quién era la mujer con cual la comparaban le decían: Por favor Beatriz, desde mañana cámbiate de ropa, ya no te pongas flores en la cabeza, ni huipiles, porque te están confundiendo con una coja, que su marido le pegaba.
En el libro Uruguayo de los muertos, Bellatín escribe: No me pareció creíble la información que recibí sobre la supuesta existencia actual de Frida Khalo atendiendo un puesto de comida. Sin embargo, me atrajo la idea de que alguien pudiera seguir vivo a pesar de su muerte. De cierta manera, una posibilidad semejante tiene que ver con determinado pensamiento místico, el cual afirma que la realidad es inmanente y se viven en simultáneo todos los tiempos y todos los espacios.
En el libro El uruguayo de los muertos Bellatín trastoca la frontera entre la realidad y la ficción, dando como resultado una originalidad sin límites, señala su editorial, Sexto Piso.