
Los grandes imperios de la antigüedad y su legado cultural
Oaxaca, Oax., 19 de enero de 2012 (Quadratín).-Para Alejandro Echeverría, fotógrafo desde 1990, especialista en el color y el contorno urbano, su obra se basa en el estudio de la luz del espacio que habita Oaxaca, no me interesa ni el antes ni el después de cada foto.
Su obra recorre los principales espacios de de la ciudad como el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, Centro Fotográfico Álvarez Bravo, Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca; de otras entidades del país y el extranjero. Su trabajo es calificado por distintos críticos como el registro de las cosas que a veces no vemos.
___ ¿Cómo encuentra la expresión actual de la fotografía dentro de un mundo tan amplio y diverso como lo es el de las artes plásticas en Oaxaca?
___ La foto en la actualidad goza de buena salud en Oaxaca. Existen expresiones de nuevas generaciones, jóvenes fotógrafos que ya dejaron el empirismo y el inicio lírico para intervenir sus fotos con las nuevas tecnologías partiendo de un conocimiento formal, universitario. Eso le otorga una gran vida a la foto en Oaxaca, en la ciudad y en otras regiones del estado. La fotografía en Oaxaca es el arte emergente con más crecimiento en los últimos 20 años.
___ ¿Siempre la fotografía gozó de esta salud?
___ No, hace diez o cinco años esto era diferente. Uno tenía que salir a otras ciudades del país o el extranjero para ponerse en contacto con galerías y la obra de otros autores. Ahora todo es distinto. Existe un aire nuevo, limpio, donde el conocimiento se trasmite a partir de los espacios universitarios. Eso le otorga nueva vida a las generaciones de fotógrafos.
___ ¿Cómo define su trabajo fotográfico?
___ Lo que yo hago es algo distinto a fotoperiodismo en la ciudad, que es una expresión muy válida con la cual mucha gente se gana la vida al registrar los actos que ellos consideran importante, partiendo de una visión periodística. En mi trabajo destaco lo efímero, que creo es lo más importante. En mi obra sobresalen trabajadores, peones y albañiles. Establezco un seguimiento de lo cotidiano donde no interesa el antes ni el después en la foto.
___ ¿Cómo define la fotografía?
___ Como un estudio de la luz, la búsqueda de la ruta de la luz. Habrá que recordar que una foto no es más que el lenguaje de la luz.
Alejandro Echeverría le dio un seguimiento fotográfico a los trabajos de reconstrucción del Museo de Arte Moderno, la llamada Casa de Cortés, un edificio colonial de finales del siglo XVII y principios del XVIII instalado por el gobierno del estado en 1986. En sus salas se han expuesto obras de artistas como Tamayo, Toledo, Mona Hatoum, Frederic Amat, entre otros.
Antes que adquiriera el edificio el gobierno estatal para dedicarlo a las actividades artísticas, era una vecindad en el primer cuadro de la ciudad, donde vivían seis familias. Una de ellas era la familia de Alejandro Echeverría, donde pasó los primeros años de su vida.
___ ¿Cómo fue reencontrarse con el sitio en que se desarrolló su infancia, con su pasado, cuando trabajó en el registro fotográfico de los trabajos de reconstrucción del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca?
Alejandro Echeverría deja escapar una sonrisa, y dice:
___ El segundo patio del museo es el lugar donde crecí, donde pasé mi infancia. Lo recuerdo bien. Con la reconstrucción, que duró 20 meses, levanté un registro de 18 mil imágenes que me dieron la oportunidad de confirmar que lo efímero es lo más importante en la vida de los hombres y en el arte, ahora lo sé bien. El trabajo total se llama Crónica de un espacio intervenido.
___ ¿Qué piensa hacer con ese acervo, con tantas imágenes?
___ Pienso publicar un trabajo final con 300 imágenes, en formato de libro, pero no encuentro el tiempo ni los patrocinadores para este proyecto. Lo demás quedará como eso: un registro de un lugar y un tiempo determinado. La reconstrucción de lo que fue mi vecindad, mi casa, para convertirla en uno de los mejores museos de este país.
Alejandro Echeverría expuso durante noviembre del año pasado en la galería Le Entreport, de París, Francia, con resultados buenos en cuanto a visitantes y crítica. Presentó 25 trabajos en formato de 50×75 centímetros, donde la característica común en cada obra es que el espectador nunca sabe si está viendo una fotografía o una pintura.
___ ¿Qué fue lo más importante de su estancia en París?
___Que mi trabajo recae mucho en la abstracción, y no es tan común.
___ El viaje a París tuvo dos objetivos principales: realizar la exposición y poder imprimir mi trabajo en los talleres de Clot & Bransem, un lugar que tiene100 años haciendo impresión de la obra de los mejores artistas europeos. Ahí pude imprimir en un papel de algodón, inglés, de las fotos que realicé a mi antigua vecindad hoy convertida en museo. También hice en París una carpeta de fotos, una bitácora visual de lo cotidiano a partir de elementos que uno no aprecia en el lenguaje de todos los días, pero que ahí están y nos dicen algo.