Una semana intensa y…
Ciro Gómez Leyva / Milenio
México, D.F. 23 de abril de 2010 (Milenio).- La coherencia no ha sido el fuerte del Partido del Trabajo (PT). No lo fue ayer cuando anunciaron que no harán alianzas electorales con el PAN, lo que no sólo es comprensible, sino lógico. Pero, pero
marcaron una excepción: sí con el PAN en Oaxaca. Es decir, se vale ir con los espurios, pero sólo poquito. El argumento que dio el PT para hacerlo es, además, un desatino seguramente producto de la confusión o las tensiones internas: sí con el PAN en Oaxaca, porque ahí existe un cacicazgo insoportable que se debe desterrar.
Es decir, sí con los espurios contra Ulises Ruiz y sus maleantes. Pero no contra Mario Marín en Puebla: él no es igual a Ulises. Pero no contra Jesús Aguilar Padilla en Sinaloa. Pero no contra Miguel Osorio Chong en Hidalgo.
Es decir, el PT le rinde un indirecto homenaje al gobernador priista más desprestigiado en la política nacional (Marín), al gobernador priista acusado de guerra sucia y fraude electoral hace seis años y de imponer como sucesor a un candidato con una foja cargada de sospechas (Aguilar Padilla), y al gobernador priista señalado por la oposición como uno de los más acabados ejemplos del neocaciquismo tricolor (Osorio Chong).
El PT se aisla para perder y para hacer perder a Rafael Moreno Valle, Mario López Valdez, Malova, y Xóchitl Gálvez. Pero apoya a Gabino Cué, el único de esta lista de cuatro que renegó este año de Andrés Manuel López Obrador, guía indiscutible del PT. Vaya incoherencia política.
Aunque visto de otra forma, y de acuerdo con las encuestas del Gabinete de Comunicación Estratégica, Gabino arranca el proceso en virtual empate técnico con el candidato de Ulises Ruiz. Puede ganar. Eso ya no suena tan incoherente. No para los silogismos del PT.