
Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax. 9 de agosto 2012 (Quadratín).- Contrario a que los transgénicos calmarían el hambre el mundo, el Ingeniero especialista en Suelos y Recursos Ambientales Renovables, por la Universidad Autónoma de Chapingo, Néstor Robles García explicó que efectivamente con los transgénicos la producción de cosechas aumenta.
Sin embargo los ensayos en campo, incluso a pequeña escala, presentan igualmente riesgos de contaminación genética, por aire que puede hacer volar las sustancias, y pueden hacer desaparecer el maíz criollo y puro el que heredaron los ancestros mexicanos, reveló.
Por otro lado detalló que la industria de los transgénicos utiliza su poder comercial, pues la solución al hambre y la desnutrición pasa por el desarrollo de tecnologías sostenibles y justas, el acceso a los alimentos y el empleo de técnicas como la agricultura y la ganadería ecológicas.
El peligro para el medio ambiente y la agricultura son el incremento del uso de tóxicos en la agricultura, la contaminación genética, la contaminación del suelo, la pérdida de biodiversidad, el desarrollo de resistencias en insectos y malas hierbas o efectos no deseados en otros organismos.
Robles García, aseguro que los riesgos a largo plazo en la alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos aún su alcance siguen siendo desconocidos. Nuevas alergias, aparición de nuevos tóxicos y efectos inesperados son algunos de los riesgos.
Los transgénicos refuerzan el control de la alimentación mundial por parte de unas pocas empresas multinacionales. Son una de las armas predilectas de estos dictadores de la alimentación, y lejos de constituir un medio para luchar contra el hambre, aumentan los problemas alimentarios.
Foto:Web