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Bloquean vecinos de la Gómez Sandoval por obra inconclusa
Oaxaca, Oax. 5 de enero de 2013 (Quadratín).- Diego Flores tiene 22 años. Estudia la licenciatura en Contaduría y Administración en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO). Diariamente viaja de la colonia Estrella a Ciudad Universitaria, pero este regreso a clases se encuentra en un dilema: me subo al transporte público que ahora cuesta seis pesos, o como pan.
La inminente alza al pasaje deja una interrogante a este estudiante originario de Santa Cruz Tayata, un pueblo Mixteco enclavado en los cerros que rodean la ciudad de Tlaxiaco. De complexión delgada el joven simpatiza con el Frente Amplio Estudiantil y Popular que marchará este lunes hacia el Zócalo, en contra del aumento de la tarifa del transporte público.
No hablo de salarios relata el joven-, ni de la posibilidad de recibir cada semana o cada quincena una aportación de mis padres. En el pueblo muchas familias como la de él mismo- son pobres y humildes. A veces llegan unos pesos para que me mantenga, otras veces la hago de ayudante, pero esta vez estoy ahorrando para comprar una bicicleta, comenta.
Su caso, es uno de tantos de jóvenes estudiantes que por motivos de superación llegan a la ciudad y dejan atrás sus pueblos para lidiar con la manutención propia. Sí bien existe descuento a estudiantes, el joven señala que el transporte público es caro y el servicio es malo.
En general las voces de los frentes estudiantiles y ciudadanía que se ha pronunciado contra el alza del pasaje, coinciden pagaríamos más sí el servicio mejorara, si las unidades fueran renovadas, si el conductor tuviera capacitación. Pero eso no pasa y aún así quieren seguir con el mismo servicio pero más caro.
Foto: Ambientación