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Oaxaca, Oax., 21 de octubre de 2011 (Quadratín).- Los gobiernos de México y Honduras firmaron un Acuerdo Complementario de Cooperación Técnica mediante el cual la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) se compromete compartir su experiencia sobre diseño y operatividad del Programa 3×1 en la implementación del Programa de Remesas Solidarías y Productivas Hagamos un Trato Dando y Dando de la nación centroamericana.
Acompañado por el Viceministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Alden Rivera Con, y con la representación del Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, el Subsecretario de Desarrollo Social y Humano, Luis Mejía Guzmán, afirmó que el Programa 3×1 ha sido una exitosa asociación porque ha reconocido en los migrantes esa parte del engranaje que permite cumplir los objetivos de la política social.
Sostuvo que con este programa se ha reforzado el vínculo entre los que quedan y los que se van ya que con la participación de 2 mil clubes o federaciones de migrantes mexicanos en Estados Unidos, se han apoyado cerca de 17 mil obras y acciones de beneficio comunitario, en los últimos 10 años.
Explicó que los migrantes mexicanos organizados han enseñado lo que es el esfuerzo, la capacidad de organización y la generosidad, ya que aunque han tenido que dejar tierra y familia, para enfrentar un entorno diferente, han alcanzado una posición que les permite ayudar a mejorar la calidad de vida de sus comunidades de origen
Por su parte, la Jefa de Unidad de Microrregiones, Malú Guerra Guerrero, afirmó que el Programa 3×1 es innovador porque promueve la transferencia de remesas colectivas y capital humano, la cohesión social y el intercambio cultural, así como la coordinación entre los diferentes órdenes de Gobierno.
Aseguró que este programa de la SEDESOL promueve la reinserción productiva y permite al migrante regresar a su comunidad de origen con un empleo o negocio propio, experiencia exitosa que ha generado interés en naciones como Haití, Ecuador, Colombia Filipinas, Francia y Honduras, para aplicarlo a su propia realidad.