Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
MÉXICO, DF, 17 de noviembre de 2015.- El terrorismo es un fenómeno global que resurge con su rostro ominoso a pesar de que la cultura del respeto y la tolerancia ganan cada día más terreno y se ha perfeccionado el derecho humanitario internacional.
Los atentados que extremistas islámicos realizaron en París el pasado viernes 13, muestran un hecho inquietante e incontrovertible: los grupos ultra radicales no aceptan las creencias de los otros y ven al prójimo, no con amor -como lo predican la mayoría de las religiones-, sino como un enemigo. Estas organizaciones de fanáticos están creciendo y el odio racial y cultural se multiplica.
Los ataques a 6 blancos muy frecuentados de la capital parisina, en plena noche de viernes para causar más daño -entre ellos el popular teatro Bataclán-, ocurren a 14 años de los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York del 11 de septiembre de 2001.
Quiérase o no, estas acciones cambiarán el mundo y nos afectarán a todos, por más que en México se quiera hacer creer que la causa de estas reprobables y cobardes acciones pertenecen a otras latitudes. Pero tan nos afecta a los mexicanos, que 2 connacionales resultaron muertas y uno más herido. Se trata de Michelli Gil Jaimez, una joven de 29 años muerta en uno de los escenarios de los ataques terroristas.
La chica, originaria de Tuxpan, Veracruz, procedía de una próspera familia dedicada a la ganadería. Su hermano Alejandro -quien encabezaría en la capital francesa los trámites para repatriar los restos de Michelli, a fin de sepultarlos en su tierra natal-, señaló que desde muy pequeña ella tuvo el deseo de viajar a Francia, “donde hizo su vida y alcanzó su sueño como siempre lo quiso”. Lamentablemente ese sueño se truncó a causa de la sinrazón del terrorismo, al que poco le importa dañar vidas inocentes.
La otra joven fallecida es Nohemí González, de El Monte, California, con doble nacionalidad -mexicana y estadounidense-, y quien era estudiante de intercambio.
La joven, hija de inmigrantes mexicanos, estudiaba diseño en Long Beach, pero se hallaba temporalmente en el Colegio de diseño de Strate, en Francia.
El mexicano herido, a quien se le realizó una exitosa cirugía en un hospital de la capital francesa, cenaba en el restaurante “La Pequeña Camboya” y varias esquirlas se le incrustaron en la espalda, además de que se fracturó el tobillo cuando quiso ponerse a salvo bajo una mesa, cuando comenzaron los disparos.
El mexicano no se identificó, pero radica en Francia y conoce a funcionarios de la embajada. Hay qué decir que tratándose de connacionales, el gobierno está obligado a ocuparse de su seguridad.
¿Estamos exentos de que en México ocurran episodios de violencia irracional, como los acontecidos en París? De ninguna manera, y por lo tanto, en nuestro país debe existir una clara conciencia sobre la amenaza terrorista mundial, que toca cada vez más cerca nuestras puertas.
No es conveniente pretender que estos episodios violentos no podrían producirse en México, porque como se demuestra con los episodios violentos en Francia, en la globalización no es necesario que ocurran en territorio mexicano para que afecten nuestros intereses. Detrás de esos 3 mexicanos hay 3 familias que lloran por su suerte, y verán alterados sus planes, sueños, expectativas y aspiraciones.
La vida no será igual para ellos. De tal manera es plausible que el presidente Enrique Peña Nieto -durante la Cumbre del 6-20, que se celebró el pasado fin de semana en Turquía-, haya propuesto conformar un frente mundial contra el terrorismo. El mandatario repudió los atentados y dijo que se trata de episodios “lamentables, tristes y críticos”.
Precisamente la agenda del G-20 -que agrupa a los países más desarrollados y las principales potencias emergentes, aunque se enfocó en los temas del desarrollo y cambio climático-, dedicó una mesa de trabajo a debatir sobre los “Retos globales: terrorismo y crisis de refugiados”.
MÉXICO, BAJO EL SIGNO DE LA VIOLENCIA DE LOS CÁRTELES DEL NARCOTRÁFICO
En México, la violencia por el combate al narcotráfico ha afectado vastos territorios. Desde que el presidente Felipe Calderón Hinojosa declaró su guerra contra las drogas en diciembre de 2006, han muerto más de 150 mil personas; hay unos 28 mil desaparecidos y 280 mil desplazados.
Sin embargo, hechos terroristas como los ocurridos en París, Nueva York y Washington sólo se han registrado en una sola ocasión, en Morelia, el 15 de septiembre de 2008, cuando varias granadas fueron arrojadas a una multitud que festejaba las fiestas patrias en el zócalo de esa ciudad michoacana.
Esa vez, 3 presuntos miembros de la banda criminal, identificada como “Zetas”, fueron acusados por ese cobarde atentado, que produjo la muerte de 8 personas y más de un centenar de heridos.
Por ello, después de esta experiencia que horrorizó al país, no podemos presumir que estemos al margen de las acciones del terrorismo, aunque por el momento en Michoacán no actúen los yihadistas del Estado Islámico, sino mercenarios a sueldo de los cárteles del narcotráfico y el secuestro, quizá peores que quienes lo hacen por motivos ideológicos, dogmáticos, por más equivocados que estén.
En América Latina -con excepción del ataque dinamitero contra la Mutual Argentino-Israelita en Buenos Aires, en 1994, que dejó 85 muertos y 300 heridos y fue atribuido a extremistas iraníes-, tampoco ha habido experiencias terroristas significativas, aunque el caso argentino todavía tuvo repercusiones el 18 de enero de este año cuando fue asesinado de un disparo en la cabeza el fiscal Alberto Nisman, quien se encargaba de la investigación del atentado, después de acusar a la presidenta Cristina Fernández de colaborar con Irán para ocultar el crimen.
En marzo de 2014, en México -quizá por presiones de Estados Unidos, y no precisamente porque hubiese una exigencia real de la sociedad o los grupos de poder-, el Congreso aprobó reformas al Código Penal Federal, a la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, al Código Fiscal de la Federación y a la Ley Federal de Extinción de Dominio, para efectos de combatir, abatir y evitar el financiamiento al terrorismo.
Las enmiendas y adiciones prevén castigar con severas penas corporales y fuertes sanciones económicas, a quienes busquen capitalizar los actos ilícitos relacionados con el terrorismo, en el marco de una reforma integral con base a recomendaciones internacionales.
Desde 2008, el Grupo de Acción Financiera, dependiente del Fondo Monetario Internacional, realizó más de 40 recomendaciones a México, evidenciando que en el país ya existía lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
Sin embargo, los expertos consideran que en materia de capitalización de terrorismo, México no disponía de una legislación que atacara a fondo esta situación, por lo que se procedió a hacer adecuaciones legales.
Nuestro país tardó en legislar correctamente sobre el financiamiento al terrorismo, pero por fortuna comienzan a haber esfuerzos para golpear a estos grupos en sus finanzas, que es donde más les duele.
Con la nueva legislación se sancionará, multará y dejarán sin bienes ni capitales a quienes realicen actividades ilícitas como lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
De hecho ya existe de coordinación entre México y Estados Unidos, para revisar las cuentas bancarias de quienes eviten el pago de impuestos, blanqueen divisas y financien actividades ilícitas.
Es un buen esfuerzo pero cada vez es más necesario que en el país se cobre conciencia de que el terrorismo nos acecha y no podemos seguir hacia el futuro con mentalidad aislacionista y pueblerina, porque formamos parte de un mundo interdependiente y cada vez expuesto a más peligros como la violencia de grupos extremistas e intolerantes que realizan matanzas en nombre de Dios o los cárteles del narcotráfico y el crimen organizado que lo hacen por ambición al dinero.
GRANOS DE CAFÉ
… La llegada del doctor Enrique Graue Wiechers a la rectoría de la UNAM, viene a refrescar el ambiente político que ha predominado en la máxima casa de estudios y las ideas mismas sobre el papel de la institución, en especial sobre la relación que debe guardar con el resto de los poderes públicos de México, contaminada a momentos por la inflexibilidad.
Aunque son más los goyas al ex rector José Narro que los errores cometidos en sus 2 períodos al frente de la UNAM, no puede soslayarse el discurso crítico que mantuvo respecto del acontecer nacional.
Alienta, y mucho, que en la ceremonia de investidura del nuevo rector, celebrada en la Antigua Escuela de Medicina en el Centro Histórico de la capital del país -donde tuvo lugar la sesión extraordinaria del Consejo Universitario, conformado por 283 integrantes-, se haya resaltado que la UNAM es un legado de imaginación, esperanzas y dedicación al trabajo académico y a México.
Al recibir la venera que lo acredita como rector de la máxima casa de estudios para el periodo 2015-2019, Graue Wiechers fue claro al señalar el respeto de la UNAM y a las diferencias ideológicas como valores fundamentales.
Igual relevancia tiene su concepto educativo y el compromiso con la calidad. “Una nación con insuficiente educación tendrá un triste provenir. Por ello México no puede tener incertidumbres. Requiere que seamos la mejor universidad”, dijo.
Naturalmente la calidad por sí misma no es garantía de excelencia y por ello hay que aplaudir su iniciativa para que en la Universidad se viva “una revolución” en el empleo de las tecnologías de la información.
Por supuesto que debía rendir tributo -como lo hizo-, a la “energía, pasión y entusiasmo” con el que José Narro dirigió la casa de estudios de 2007 hasta este lunes…
…Chikungunya y la samba. La pésima y de mal gusto campaña de la Secretaría de Salud para prevenir el contagio con chikungunya está muy lejos de orientar y menos prevenir el contagio con este virus transmitido por el mosco Aedes Aegypti, el mismo transmisor del cólera, dengue y ahora el zika, proveniente de Colombia, pero igual de grave que el dengue, aunque menos letal.
Es lamentable -por decir lo menos-, que la campaña de la Secretaría de Salud esté diseñada para ganar un concurso musical y no para abordar de manera seria el peligro, y eso parece que no cruza siquiera por la mente de la Secretaria Mercedes Juan o de los responsables de diseñar las “campañas preventivas”.
Según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, dependiente de la propia SSA, el número de casos confirmados de chicungunya se duplicó en los últimos 3 meses, lo que prueba la incapacidad de la dependencia para afrontar un problema que amenaza con convertirse en una terrible pandemia.
Y no es alarmista hacer este señalamiento, cuando se considera la información de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que alerta sobre el peligroso crecimiento de los casos de resistencia de virus a los antibióticos en todo el mundo.
Bastaría, entonces con sumar la probada incapacidad de la Secretaría de Salud para manejar casos de cólera, dengue, chikungunya y zika, con la resistencia de virus a antibióticos, para pensar en un escenario más que preocupante de salud pública, lo que parece tener sin cuidado a la dependencia…Sus comentarios envíelos al correo [email protected]