Migración y adicciones, maldición del progreso
Oaxaca, Oax. 17 de septiembre 2010 (Quadratín). Cuándo a una persona se le diagnostica un cáncer, ésta requerirá de tratamientos específicos para poder vencer la enfermedad, para aumentar la supervivencia o para controlar síntomas y molestias físicas como el dolor. Generalmente las personas creen que ellos no pueden hacer nada o no tienen participación directa sobre su tratamiento, y que todo está en manos de los médicos, sin embargo, hay muchas cosas que usted puede hacer para entender mejor su tratamiento y adaptarse de mejor manera a éste y a la enfermedad.
Existen personas en las que la información referente a su padecimiento y tratamientos les es de gran ayuda para disminuir la incertidumbre y ansiedad originadas por el cáncer, pero también están aquellas en las que dicho conocimiento les genera aún mayor angustia; la información que se decida tener, depende de cada persona, y usted es quien decide qué tanto quiere saber; en caso de que forme parte de aquellos que requieren la mínima información, se recomienda comunicarlo a la familia y al médico para que algún miembro familiar reciba la información necesaria y a usted se le comunique lo básico, sabiendo que estarán, tanto su familiar como el médico, disponibles para notificarle cuándo usted lo decida. Por el contrario, si a usted le gusta estar enterado hay una serie de preguntas y recomendaciones que pueden apoyarle para cooperar, colaborar y adaptarse de una mejor manera al tratamiento.
Las respuestas emocionales más comunes ante un diagnóstico de cáncer como el estrés, el miedo, la ansiedad y la tristeza, pueden dificultar el tener claro lo que se quiere preguntar al médico, y muchas veces, cuando estamos frente a éste, se nos olvidan las dudas que se querían aclarar; por lo que se sugiere escribir una lista de preguntas antes de pasar a la cita médica, lo que agilizará el proceso; también es de gran ayuda ir con un familiar o persona de nuestra confianza, puesto que entre los dos se puede retener mayor información, así como tomar notas de lo que vaya diciendo el médico.
Algunas preguntas que pueden ayudarle son:
¿En qué etapa se encuentra su enfermedad? ¿Qué opciones de tratamiento existen, cuál le recomienda el médico y por qué?, ¿Cuál es el objetivo del tratamiento?, ¿Qué efectos secundarios tendrá el tratamiento?, ¿Cuánto tiempo durará y cuáles serán los costos?, ¿Si el tratamiento afectará sus vida diaria y actividades normales?, ¿Qué actividades puede realizar?, ¿Qué pasaría si usted no tomara el tratamiento?, ¿Qué puede hacer usted mismo para cuidarse? y ¿Si este tratamiento afectará su vida sexual y de qué manera?
Recuerde que la comunicación con el médico no es un evento aislado, sino es un proceso continuo, por lo que no necesita hacer todas las preguntas la primera vez, ni tampoco recordar todas las respuestas, puesto que habrá más oportunidades para comentarle al médico y pedirle que le explique lo que no haya entendido.
Cuando el cáncer se presenta puede aparecer la sensación de impotencia e incapacidad, por lo que participar en las decisiones de su tratamiento y en sus cuidados, puede brindarle la oportunidad de colaborar conjuntamente con el médico para favorecer su bienestar y calidad de vida.