Ministra de la SCJN imparte conferencia en materia de derechos humanos

Oaxaca, Oax. 07 de octubre de 2012 (Quadratín).- Con el tema “A un año de la reforma constitucional en materia de derechos humanos, su importancia en la protección de grupos vulnerables”, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Olga María Sánchez Cordero, dictó en Oaxaca una
conferencia magistral.
Afirmó que la justicia tiene que adecuar sus perspectivas más allá de lo doméstico y de intereses propios, para adoptar en sus decisiones un punto de vista universal y humanista, lo cual constituye una exigencia contemporánea para estar preparados a los desafíos del siglo XXI en cuestiones globales.
Indicó que el juzgador al aplicar la ley, debe sentirse como hombre social, partícipe e intérprete de la sociedad en que vive. Un abogado, y especialmente el que se desempeña en la Judicatura, no puede renunciar a su vocación humanista, toda acción que emprenda deberá ser expresión de esa síntesis entre la inteligencia cultivada en los libros y la voluntad firme de la realización de la justicia.
A invitación del Poder Judicial de Oaxaca, la novena mujer en ocupar un sillón del Tribunal Supremo y la primera mujer Notaria Pública de México, disertó su conferencia ante estudiantes de derecho, jueces, magistrados y consejeros de la Judicatura encabezados por el presidente de la institución, Alfredo Lagunas Rivera.
La ministra Sánchez Cordero puntualizó que aunque el sistema jurídico de México tradicionalmente ha previsto formas y mecanismos para la tutela, protección y reparación de los derechos humanos, ésta se ve potencializada a partir de la reforma constitucional en la materia, publicada el diez de junio del año pasado, en la que también se aprecia un método de juzgamiento diferenciado para aquellas personas en situación de vulnerabilidad.
Explicó que aparentemente las leyes son neutrales, sin embargo, su aplicación no debe ser así porque en lo que implica a quienes se encuentran en una situación de indefensión como son las personas con discapacidad, VIH, niños, mujeres, indígenas y adultos mayores, entre otros, el propio sistema lleva a considerar la protección especial y no provocar una situación de injusticia al dar un trato estricto e insensible de igualdad de la ley.
“La justicia es un valor sumamente complejo, y el derecho un entramado de reglas, principios y valores, que integran un sistema y un orden, que se interrelacionan, en aras de la aspiración de que cada quien tenga y logre lo que en justica le corresponde”, enfatizó tras resaltar que reducir la brecha que marca la desigualdad es una cuestión de toda la sociedad.
Por otra parte, se refirió al método de juzgamiento en aquellos conflictos en los que se encuentra una persona en condición de vulnerabilidad, planteado en las Reglas de Brasilia que contempla siete pasos, entre ellos, la necesidad de verificar la existencia de estereotipos en las leyes o en la actuación de las autoridades y determinar la forma de combatirlos; establecer el derecho aplicable conforme al control de convencionalidad y al principio pro persona; aplicar los principios constitucionales de universalidad, indivisibilidad, interdependencia y progresividad, en lo más favorable a la persona, procurando el uso de lenguaje incluyente y, determinar las medidas de reparación integral del daño.
En el marco de su ponencia, la autora de ”Una Revolución en la Interpretación del Derecho”, reconoció el interés del Tribunal Superior de Justicia y el Consejo de la Judicatura en la profesionalización y actualización de sus integrantes, lo que se ve reflejado en las resoluciones que emiten en cada una de sus sentencias.