Monitorean costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas por muerte de tortugas

OAXACA, Oax. 7 de febrero de 2016.- La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), en coordinación con instituciones académicas investiga las causas de mortandad de tortugas prieta (Chelonia agassizi) y mantiene un monitoreo constante  en las costas de Oaxaca, Guerrero y Chiapas.

En un comunicado se informó que hasta el momento, la CONANP ha detectado 140 ejemplares de los cuales, 96 fueron encontrados en playas del estado de Oaxaca, 43 en Guerrero y uno en Chiapas.

Ante esta situación, se ha puesto en alerta a las autoridades ambientales locales, para que se reporte cualquier varamiento que se presente en estas  playas.

Una de las hipótesis de la  mortandad está relacionada con los organismos que sirven de alimento a las tortugas.

Sin embargo, es necesario esperar para tener los resultados de los análisis que realizan las instituciones académicas y de investigación para establecer de manera concluyente la causa, señala la dependencia.

La CONANP mantiene un monitoreo constante en el litoral de los estados señalados, con la finalidad de detectar organismos que pudieran estar afectados por esta contingencia.

En conjunto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la Universidad Autónoma de Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), han realizado recorridos por mar en el litoral de Oaxaca para buscar ejemplares muertos o enfermos con el fin de colectar mayores muestras, las cuales se destinarán a análisis de toxicología con énfasis en la búsqueda de metales pesados.

También se constituyó un grupo de trabajo y atención a la contingencia conformado por académicos de la Universidad del Mar, de la UABJO, personal PROFEPA y de la CONANP.

Se han realizado necropsias a dos ejemplares, tomando muestras de los restos de las medusas y algas  en el tracto digestivo de las tortugas, mismas que se han enviado a la UABJO para su análisis. Este domingo se realizará una tercera necropsia.

En el Centro Mexicano de la Tortuga se concentraron dos ejemplares que mostraban signos de enfermedad, para realizarles análisis de sangre y tejidos en busca de agentes patógenos. Una de ellas sobrevive.