
Confirma ASF que gobierno de Oaxaca trabaja da resultados: Nino Morales
Oaxaca, Oax. 13 de enero de 2010 (Quadratín).- Al enterarse de informaciones publicadas en medios nacionales sobre el riesgo latente de que se pudieran desviar recursos públicos en pleno año electoral, Gabino Cué Monteagudo afirmó que la sociedad oaxaqueña no va a permitir el uso ilegal del presupuesto asignado para el 2010 a la entidad.
En medios de comunicación se informó sobre la posibilidad de que sin una fiscalización y supervisión adecuadas por parte de los órganos de supervisión institucionales funcionarios del gobierno estatal pudieran gastar a gusto el presupuesto 2010.
Y además, se dio a conocer que quedó a la interpretación de la Secretaría estatal de Finanzas la aplicación y administración de los casi 39 mil millones de pesos en el actual ejercicio fiscal.
Conociendo cómo se las gastan en Oaxaca, donde se han hecho fortunas al vapor, la gente organizada no va a permitir que funcionarios -desde el titular del Ejecutivo hasta el más modesto servidor público- le metan el diente al presupuesto que es producto del esfuerzo de todos los mexicanos a través de sus contribuciones, explicó el senador oaxaqueño.
En este sentido llamó a todos los actores sociales a estar atentos y denunciar cualquier tipo de irregularidad en este sentido, porque sería muy grave que en plena época electoral haya mentes perversas que quisieran utilizar millonarios recursos para comprar conciencias.
Para Gabino queda claro que estos temores tiene razón de ser porque Oaxaca se ha destacado por la falta de transparencia en el ejercicio del gasto público, y por la gran discrecionalidad que tiene el Ejecutivo en el uso del presupuesto, dado el gran control que existe por parte del partido gobernante en el congreso local.
A romper estas amarras e impulsar una nueva moralidad pública, están llamados los oaxaqueños en el futuro inmediato, aseveró el senador de la República, porque sólo de esta manera se podrá evitar que sean el abuso, la corrupción y la impunidad los que prevalezcan en el ejercicio del poder.
Sino que contrario a lo que sucede actualmente, haya gobernantes y funcionarios con honestidad a toda prueba, que pongan por encima de cualquier interés personal o de grupo los intereses generales de la población.