Pintan en muros a personas admirables en el Istmo de Tehuantepec

Oaxaca, Oax. 04 de mayo 2012 (Quadratín).- Taa’Chente tiene 100 años. En su barrio es muy conocido porque es huesero; cura los huesos con masajes a la usanza tradicional. En su juventud fue ferrocarrilero y luchó junto al líder sindicalista Demetrio Vallejo. En Unión Hidalgo, su tierra, sus paisanos lo admiran.
La imagen de Taa’Chente ocupa todo el muro exterior de una casa antigua donde los integrantes del colectivo “Chiquitraca” pintaron su retrato. De esta forma rinden homenaje a un hombre reconocido por su comunidad.
Los transeúntes observan con asombro el mural. Se detienen para apreciar mejor cada detalle del rostro de su paisano, sonríen, en ocasiones se muestran nostálgicos, reflexivos.
No falta quien se pone a dialogar con la imagen monumental.
Los artífices de este trabajo son Daniel Poetalatas, Jesús Gothare, Honznar Galo, Juan Jomer, y Armando Trist (así se hacen llamar) integrantes del colectivo “Chiquitraca”, palabra zapoteca que hace referencia a los cohetes y explosivos que queman los niños en el Istmo de Tehuantepec. De aquí toma su nombre nuestro grupo, explica Daniel Poetalatas, y de aquí surge su lema: “Pintar hasta explotar”.
A lo largo de un año, comenta el joven artista, “hemos intervenido cuatro muros con retratos de nuestra gente, binni laa´un se dice en zapoteco, principalmente en Unión Hidalgo y en Juchitán de Zaragoza”, en el Istmo de Tehuantepec.
De preferencia eligen muros de casas antiguas, con tejado de dos aguas y que tengan las condiciones adecuadas para realizar el mural. Respecto a los personajes que retratan, se dan a la terea de investigar, junto con su amigo, José Arenas y su colectivo, quiénes son las personas que admira la comunidad.
“Es en su propia colonia donde buscamos un espacio para pintar su retrato, para que gente conocida y ajena pueda apreciar y valorar la labor de dicho personaje. Las personas seleccionadas son habitantes de esta población, que aún están vivos, y que fácilmente son reconocidos por los pobladores; posteriormente buscamos alguna barda donde y se pide autorización a los propietarios”, explica Daniel.
Agrega que esta propuesta “surge de la necesidad de compartir nuestra actividad artística con nuestra gente y que no sólo nosotros seamos los partícipes activos, sino que la comunidad contribuya y defina la línea a seguir, consiguiendo así un equilibrio entre ambos: nosotros realizamos la obra y la comunidad se encarga de cuidarla y mantenerla en buen estado”.
Los materiales y recursos para la realización de los murales son aportados por los propios artistas y el colectivo de José Arenas. “En realidad no contamos con financiamiento, la mayor parte viene de nuestras bolsas y de nuestra pasión; algunas personas nos apoyan pero el material que recibimos no alcanza, nos adaptamos a lo que tenemos. Hemos buscado apoyo con la Regiduría de Cultura de nuestra ciudad, Juchitán, pero como sucede casi siempre, no consideran nuestras propuestas, ignoran nuestra disponibilidad, pero sí que se sienten orgullosos de lo que hacemos. A pesar de todo seguimos adelante dispuestos a seguir con esta propuesta”.
Lo que les brinda mayor satisfacción es pintar y convivir con su gente a través de los murales, “lograr que en las calles se comparta la cultura, sin instituciones de por medio, abiertos a todo tipo de ideales, sin prejuicios ni complejos”.
Actualmente, “Chiquitraca” interviene con murales una galería del ferrocarril en Matías Romero y en Cosoleacaque, Veracruz pintarán más en homenaje a la mujer veracruzana. También realizarán murales urbanos en Xalapa.
La intervención pictórica en muros es tan antigua como las pinturas rupestres, afirma el artista plástico oaxaqueño Guillermo Pacheco, quien señala que propuestas como las que se realizan actualmente en el Istmo de Tehuantepec y en localidades como Ocotlán o la capital oaxaqueña, son parte de una corriente plástica mundial.
En Oaxaca, precisó, esta actividad cobró fuerza en 2006 cuando la anarquía favoreció la libre expresión a través de graffittis y stenciles en las paredes del centro histórico de la ciudad capital.