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Xochitlalyocan, jardín que resguarda la memoria verde de México
Oaxaca, Oax. 2 de junio 2012 (Quadratín).- Cultivar hortalizas en la ciudad, para autoconsumo, es posible y no hace falta tener un terreno convencional. Con botes de plástico desechables (Pet), composta con base en desechos orgánicos que habitualmente se tiran a la basura y poca agua, es posible producir tomate, cilantro, rábanos, lechuga o cebollas. A esta técnica se le llama organoponia.
Así lo demostraron alumnos de Preparatoria del Instituto Motolinía de Antequera durante la Segunda Feria de la Ciencia realizada este viernes en sus instalaciones, donde montaron lo que suele llamarse cultivo en vertical, consistente en plantación de hortalizas en macetas que se van colgando una bajo de otra, a fin de optimizar el agua para su riego.
Explicaron que la organoponia evita el uso de agroquímicos y productos transgénicos peligrosos para la salud; apoya la economía familiar, provee de alimentos fescos, sabrosos y nutritivos, y resulta terapéutica e integradora de la familia que colabora en el huerto.
También diaron a conocer otras técnicas de cultivo urbanas como la hidroponía y la acuaponia, que permiten producir hortalizas en pequeña escala sin necesidad de tierra o composta. En el caso de la hidroponía únicamente se necesita agua en pequeños contenedores, debidamente acondicionados para lo colocación de las plantas; y en el caso de la acuaponia se requiere de un pequeño tubo de pvc por donde pueda circular el agua.
Aplicando conocimientos de ciencias como la física, la química y la biología, los chicos demostraron también cómo se pueden producir en casa ecoalimentos como germinados de soya, trigo o alfalfa, altamente nutritivos y saludables, y paletas caseras de caramelo totalmente naturales.
Asimismo, expusieron una serie de productos decorativos como lámparas, libros y separadores de libros con base en materiales de desecho como cartón, popotes, hojas y flores naturales, que suelen ir a parar al basurero.
Estudiantes invitados del Instituto Científico Motolinía de Xalapa, dieron a conocer un proyecto de elaboración de un material plástico natural fabricado con base en maicena, glicerina y vinagre, que puede ser utilizado para elaborar vasos, platos y cubiertos desechables de unicel o plástico, materiales nada amigables del medio ambiente pues tardan en degradarse de cien a mil años.