
Zedillo, jefe político de la intelectualidad de la derecha
Oaxaca, Oax. 10 de abril de 2013 (Quadratín).- No creo que haya sido el único que no sabía que profesión estudiar, recuerdo que en esos tiempos, soñaba con ser Arquitecto, como todo niño, me gustaba dibujar donde podía, incluyendo en las paredes de casa, a lo cual a muchos les pagan por ello, a mí solo me regañaban; hasta que en una ocasión me encontré a un vecino que venía de su Universidad, donde estudiaba diseño gráfico, fue así como encontré en la gráfica, el lugar perfecto para aprender y poder hacer lo que imaginaba, poco a poco fui conociendo el fascinante mundo y al mismo tiempo el gran reto que representa plasmar una idea en una hoja blanca, una cosa es que lo imagines en la mente y otra que lo aterrices a un papel u ordenador.
Durante 4 años viví desveladas, malpasadas, sacrificios y retos por vencer inclusive, muchos a contra reloj, así como usted que hace el favor de leer estas humildes letras, la vida consiste de tener claro los objetivos y querer pagar el precio. Regresando al punto; Actualmente, me reúno frecuentemente con un par de colegas muy talentosos y brillantes (a los cuáles les he aprendido mucho) debatimos sobre temas de la gráfica en toda la extensión de la palabra, imagine usted que respeta el trabajo de algún colega y que todavía tiene la fortuna de debatir sobre la profesión, a poco no es fascinante, cada quién con una postura, de repente totalmente opuesta, pero al final de la noche somos unos tipos apasionados por lo que hacemos y que mejor que sea nuestra forma de vivir.
La disciplina del diseño gráfico es tan bella, que tiene la obligación y responsabilidad de mejorar la estética de nuestro entorno, ya sea desde un proyecto de imagen corporativa, campaña de comunicación, señalética, empaque, mobiliario, punto de venta, etc., etc.
Ahora bien, existe una eterna mancuerna que nunca podrá existir una sin la otra, es algo como el sol y la luna, ambos saben que se necesitan aunque tengan funciones y objetivos distintos, uno tan importante como el otro, así es la relación entre un gráfico y un impresor, si, un impresor, el cual es el artista que aterriza la idea del gráfico (si la salida fuese un impreso claro), un verdadero impresor, es aquel que se arriesga, que propone, que educa al gráfico, en términos de tintas, papeles, texturas, temperatura, posibilidades, líneas, puntos, suajes, brillos, efectos, sangrados, posibilidades, etc., de que sirve imprimir en un papel hermoso y en cuatricomia si el diseño es pésimo (clásico bomberazo), o de que serviría un gran arte si la impresión esta fuera de registro (borrosa), no concibo una relación distante, ya que el afectado sería el resultado final y sin duda, el cliente.
Ni un gráfico se puede sentir impresor ni un impresor se puede sentir gráfico, cada quien tiene experiencias y formaciones distintas, de ahí la frase zapatero a tu zapato, cuantas imprentas REGALAN el DISEÑO con tal de tomar proyectos de impresión, a lo cual sin saberlo, prostituyen y deprecian una profesión que ni conocen o creen conocer, el diseño debe de ser respetado y muy bien remunerado, no radica en que se vea bonito, este debe de cumplir con un solo objetivo, su mensaje debe de ser claro, concreto, creativo, que atrape a su público deseado, el diseño es tan simple que en dicha palabra conlleva su complejidad y con lleva estudios como armonía, equilibrio, teoría del color, semiótica, tipografía, historia del arte entre muchas otras.
Si lo que busca es un proyecto digno de su negocio, proyecto o idea, no dude en convivir con éstos dos personajes que harán de su imagen, una imagen digna de sus objetivos de comunicación.
No deje de enviarme sus comentarios vía twitter a @rafacids nos leemos el próximo miércoles donde hablaré sobre: Beneficios de una Agencia de Comunicación.
Foto: Archivo