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Oaxaca, Oax. 29 de noviembre de 2012 (Quadratín).-Tras señalar que la entidad cuenta con 34 Centros de Mediación Comunitaria, el magistrado Alfredo Lagunas Rivera, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, afirmó que esta herramienta alternativa de solución de conflictos, es un mecanismo que se desarrolla de manera natural en las localidades indígenas de Oaxaca desde tiempos ancestrales.
Durante la conferencia magistral Mediación comunitaria. Reconstruyendo el tejido social, en la que intervino junto con el presidente del Comité Organizador de los Congresos Nacionales y Mundiales de Mediación, Jorge Pesqueira Leal, y el magistrado Eduardo Pinacho Sánchez, pionero de la mediación en el Estado, subrayó que el Poder Judicial tiene el reto de alcanzar una impartición de justicia eficiente.
Una eficaz administración de justicia responde a la natural exigencia ciudadana de una aplicación del derecho pronta y expedita y disminuye notablemente los conflictos sociales. La función de los tribunales no se agota en decir el derecho; ahora va más allá: debe promover en la sociedad una transformación hacia la cultura de la paz y de la concordia, enfatizó.
Luego de abordar algunos antecedentes de la mediación, la cual tiene raíces históricas y culturales antiquísimas, el magistrado Lagunas Rivera resaltó que la solución pacífica de conflictos y por ende los procedimientos y técnicas desarrollados para este fin, son medulares para el restablecimiento de las relaciones interpersonales así como la restauración del tejido social.
Indicó que los 34 centros comunitarios que operan en la entidad han dado excelentes resultados, lo cual no es casualidad sino consecuencia de la vocación de servicio de los oaxaqueños que dedican su esfuerzo diario en beneficio de la sociedad.
Explicó que el proyecto de mediación comunitaria del Poder Judicial de Oaxaca comprende cuatro fases que son la investigación y conocimiento de las necesidades específicas del municipio; la sensibilización y difusión de la mediación; la elección de mediadores, su capacitación y supervisión en el desempeño de su trabajo; y finalmente, el diseño y planeación del proyecto.
Un mediador comunitario debe tener en cuenta el entender el problema sin absorberlo, crear empatía con las partes y comprender sus angustias, miedos y enojos pero no contagiarse y así se puede mirar al problema como es y ayudar a las partes involucradas encontrar áreas de acuerdo, dijo.
En su oportunidad, el presidente del Comité Organizador de los Congresos Nacionales y Mundiales de Mediación, Pesqueira Leal, indicó que pensar en una cultura de la paz y la concordia puede ser solo un eslogan, pero es posible con la participación y voluntad de todos. Dialoguemos utilizando nuestras cualidades positivas, enfatizó.
El también doctor en derecho, puntualizó que la mediación familiar, escolar y comunitaria integran la columna vertebral de esa búsqueda por una posibilidad real de cambio en la cultura, en la que tenemos que pasar de ser personas desconfiadas y egoístas a seres sensibles, considerados y respetuosos con nuestros semejantes.
A su vez, el magistrado Pinacho Sánchez, presidente de la Primera Sala Civil, indicó que en Oaxaca convergen distintas ideologías étnicas de las comunidades indígenas, donde las autoridades tradicionales juzgan desde el enfoque y perspectiva de su propia cultura, el sistema normativo interno y prácticas que ellos mismos han diseñado al paso del tiempo para proteger la armonía y orden.
En Oaxaca y en todo el país la mediación es una herramienta fundamental para el cumplimiento de los derechos humanos colectivos que les corresponde a los pueblos indígenas, concluyó.