Exige Congreso al Ejecutivo atender problemática del agua en Juchitán
Pochutla, Oax. 14 de agosto 2010 (Quadratín).- Los responsables de un cocodrilo que atacó al menor Erick Yuriel Blas Ramírez amagaron a sus familiares con encarcelarlos porque éstos dieron muerte al reptil, luego de la agresión ocurrida el martes pasado en la población de Zapotengo, Pochutla.
Jorge Moreno, integrante de la Sociedad Cooperativa de Producción de Bienes y/o Servicios Zapotengo Pacheco, amenazó a María Luisa Vásquez Carreño, abuela del pequeño, de casi tres años de edad, con demandarla a ella y a su hijo como presuntos responsables de ultimar al cocodrilo.
Vásquez Carreño dio a conocer que tienen temor de que los integrantes de esta organización emprendan acciones legales en contra suya y de su hijo, después de que los vecinos de Zapotengo, al enterarse del ataque contra el menor, decidieran matarlo y sepultarlo a la orilla del río El Aguacate.
En tanto, la víctima, que el próximo 25 de noviembre cumplirá tres años, será trasladado en el transcurso de las próximas horas al Hospital General Aurelio Valdivieso, de la ciudad de Oaxaca, para que le practiquen una tomografía, según confirmaron sus padres Irma Ramírez Pérez y Heriberto Blas Vásquez
Blas Ramírez permanecía hasta este viernes internado en el Hospital General de San Pedro Pochutla, a donde fue trasladado por su padre el martes pasado, poco después de las 15 horas, con múltiples heridas en el abdomen, brazos y cabeza que le produjo el cocodrilo.
El pequeño fue agredido ese día, mientras se encontraba en el río El Aguacate con sus primos y su abuela María Luisa Vásquez Carreño, quien lavaba ropa, como habitualmente lo hace, a un kilómetro y medio de la Laguna Zapotengo.
En entrevista, Vásquez Carreño dijo que la decisión de acabar con el reptil fue una reacción natural de los vecinos, cuando se percataron de que ella salvó a su nieto Erick Yuriel de las fauces de un cocodrilo de más de dos metros de longitud que lo embistió mientras él jugaba en el río.
Esa tarde, la ama de casa estaba acompañada de seis de sus nietos, de entre tres y siete años de edad, cuando de pronto oyó los gritos de los menores que se percataron que el cocodrilo avanzaba hacia ellos.
Los más grandes corrieron para ponerse a salvo, pero Erick Yuriel se quedó sentado en el agua y fue alcanzado por el cocodrilo que lo sujetó primero por el vientre y lo sacudió con violencia, para después soltarlo y cogerlo de la cabeza con la intención de jalarlo hacia el río
Fue un milagro, dijo la abuela, quien narró que cuando enfrentó la situación el cocodrilo abrió el hocico, soltó al pequeño y entonces ella aprovechó para tomar a su nieto del brazo y lo puso a salvo, mientras el cocodrilo se dio la vuelta y se retiró del lugar.
En los alrededores de Laguna Zapotengo habitan unas 30 familias, de las cuales unas diez conformaron hace unos cinco años una sociedad cooperativa que presta servicios turísticos en esta población, localizada a unos 240 kilómetros al sur de la capital oaxaqueña.
La asociación ofrece recorridos a los visitantes para la observación de aves y otras especies de la región, entre ellas, los cocodrilos, que ellos mismos crían y alimentan para su conservación en la laguna.
Artemio Jarquín Pacheco, un lugareño de Zapotengo, señaló que nunca antes se había registrado un ataque de cocodrilo en la comunidad, y menos que sucediera en el río, a casi un kilómetro y medio de distancia de la laguna, hábitat natural de esta especie en la costa de Oaxaca
De los responsables de la Sociedad Cooperativa de Producción de Bienes y/o Servicios Zapotengo Pacheco no se pudo obtener una versión porque desde hace más de un mes se encuentran en calidad de desaparecidos, luego de que presuntamente acudieran al estado de Tamaulipas a comprar camionetas y se presume que en aquella entidad fueron secuestrados.
Su restaurante y los recorridos en lancha que ofertan a los turistas están suspendidos, por lo que se presumen que no hay alguien que se encargue de alimentar no sólo a los cocodrilos, sino también a otras especies en cautiverio que tienen en posesión, como venado cola blanca, mapache, tejón, zorra y jaguarundi.