Seis años de impunidad: no hay #JusticiaParaSol
Oaxaca, Oax. 12 de febrero 2011 (Quadratín).- El discurso de la transición y del desarrollo de la democracia tiene un indudable valor como oferta política en campaña; la complicación está en traducirlo en práctica efectiva de gobierno. El proyecto de cambio verdadero no sólo implica voluntad política, aunque ésta sea imprescindible; se necesita también vencer una multitud de resistencias acumuladas por años de malos gobiernos.
La voluntad política es imprescindible porque de ahí parte la disposición para actuar, previo entendimiento de los fenómenos, los problemas y las expectativas sociales. Las de nuestro tiempo, giran en torno a procesos de incremento del interés en la política, además de la exigencia y la esperanza ciudadana de que, ahora sí, las cosas deben cambiar para bien de la gente.
Los últimos regímenes caracterizados por el autoritarismo extremo han generado una profunda desconfianza de la ciudadanía que ahora si está atenta que las promesas de cambio se hagan efectivas. Y ya sabemos que hay que demostrar el cambio, no con argumentos ni costosas campañas comunicacionales sino que se impone comunicar ahora con la fuerza de los hechos.
Los gobiernos municipales de cualquier tamaño están obligados ya a poner en práctica medidas transicionistas que son al mismo tiempo modernizadoras. Las reglas y los principios para hacerlas son sencillas y no requieren aparatos administrativos complejos para su despliegue. Habiendo intención de los que gobiernan, sólo hay que tener en cuenta, para empezar, cinco principios elementales.
Uno, se trata de reivindicar el principio de justicia social que inspira a la democracia y que ha sido una señal de identidad y una convicción de los gobiernos de izquierda. Por cierto, que el pasado dos de febrero, día grande para los oaxaqueños por razones religiosas nos recuerda también la muerte Genaro Vásquez, un gran luchador social que ofrendó su vida en el ideal de lucha contra gobiernos autoritarios en extremo.
El ideal justicialista de buscar sociedades con mayores niveles de convivencia social, más equitativas, con menores desigualdades sigue siendo objetivo central de la lucha de quienes se reivindican demócratas. La convicción justicialista es un elemento de máxima fuerza en el modelo democrático de la izquierda contemporánea.
Dos, se refiere al permanente esfuerzo por generar en los equipos gobernantes, predicando con el ejemplo, la certeza de que efectivamente se va por la transformación de la relación entre gobierno y sociedad. Las dudas, la opacidad, los acuerdos soterrados, el abuso de poder y el ostento por parte de los gobernantes abonan la desconfianza, la grilla, el resentimiento etcétera.
En esa lógica, la transparencia y los cabildos abiertos son indispensables para avanzar en la cultura de la deliberación abierta y de la rendición de cuentas. Nada de arreglos subterráneos: todo acuerdo que sea de cara a la población. En la medida que haya prácticas plenamente institucionales y éticas; no hay razón para mantener el secretismo exagerado que era costumbre en pasadas administraciones. La lucha contra la corrupción es central en un legítimo proyecto de transición.
Tres, Hay que vincular el ejercicio de gobierno con las necesidades y expectativas de la población. Hay que revertir esa tendencia de los gobiernos débiles o perversos que evaden los problemas o cuanto más, sólo los administran. No se trata, por supuesto de ir a manipular las necesidades sociales, sino tener plena conciencia de que si se vinculan los recursos del gobierno con la fuerza y la voluntad ciudadana es posible resolver muchos problemas.
Es tarea de los gobernantes, concentrarse en las necesidades sociales pero mucho más importante es reconocer la capacidad de la población para resolver sus propios problemas con el apoyo de los gobiernos. Esencial en este caso, es la tarea de vinculación con la comunidad, con sus problemas y con los proyectos para resolverlos. Por eso las audiencias púbicas son tan importantes y deben ser una, entre muchas oportunidades de vincularse con la gente.
La decisión de hacer gobiernos más eficientes es un imperativo también para impulsar la transición. Debemos tener plena conciencia que el gobierno estatal y municipal tiene la encomienda de que con recursos limitados hay que resolver efectivamente problemas sociales.
Lo recursos son escasos pero hay que utilizarlos de forma inteligente, procurando cuando sea necesario, impulsar la solución de problemas comunes con otros municipios vecinos.
Por eso para Xoxo la colaboración intermunicipal en la zona metropolitana es tan importante. No hay otra que entrarle juntos a nuestros problemas y proyectos comunes. La unidad de esfuerzos y la posibilidad de conjuntar recursos, debe hacer más racional y más coherente el ejercicio de gobiernos que quieren dar resultados a sus comunidades, al margen de protagonismos políticos.
El quinto punto pasa por la necesidad de comprender que nuestra solidaridad con la personas de nuestra comunidad implica necesariamente un compromiso con los recursos naturales que constituyen el soporte y la condición de la existencia. Por eso los proyectos ecológicos que se asientan en el modelo de la sustentabilidad, son tan importantes y deben constituirse en ejes de nuestras políticas.
En Xoxo lo estamos implementando porque queremos dar pleno contenido a las acciones de gobierno, basadas efectivamente en el compromiso social, las estrategias de colaboración, la consulta pública, la transparencia, el debate abierto de los grandes temas municipales; el respeto a la naturaleza, etcétera. Sabemos que la tarea no es sencilla porque tenemos problemas acumulados de muchos años: pero lo importante es que hay voluntad real de lograr el cambio.
José Julio Antonio Aquino