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Oaxaca, Oax 5 de enero de 2011 (Quadratín).- Alicia Santos Cabrera extiende la mano y dice gracias, nunca antes un gobernador me había escuchado de cerca. Todo su rostro es una sonrisa para despedirse de Gabino Cué, el mandatario estatal que hoy abrió las puertas de la Casa del Pueblo para atender a sus hermanos y hermanas que vienen a plantear asuntos de diversa índole.
Alicia Santos viene de Juchitán, ha viajado cinco horas para plantear un problema relacionado con el empleo que ha perdido con el cambio de la administración municipal, tiene sesenta y cinco años, pero a esta edad ya es muy difícil encontrar otro trabajo, expresa ante el gobernador que le escucha y ofrece intervenir.
Como esta mujer juchiteca de enaguas floreadas, de andar decidido, también han llegado de otros rumbos del estado para exponer sus demandas hombres y mujeres de diferente condición económica, para comentar convencidos de la importancia de ser recibidos por su gobernador, de ser escuchados en el Palacio de gobierno, que estuvo cerrado tanto tiempo para la ciudadanía.
Pero hoy esta Casa recibe los pasos de hombres humildes, de mujeres con propuestas en torno a las artesanías, de jóvenes emprendedores como Jesua Valencia Hernández, abogado que viene a plantear un proyecto mediante el cual se pueda ofrecer empleo a discapacitados.
Gabino Cué llama al Secretario del Trabajo, Daniel Juárez; al de Turismo y Desarrollo Económico, José Zorrilla Diego de San Martín; y al de Finanzas, Gerardo Cajiga; les incorpora a la conversación, les indica que atiendan el asunto, sugiere que se busquen estímulos fiscales para empresarios que den empleo a quienes, como Jesua, presentan alguna discapacidad.
El joven abogado Valencia Hernández es la primera persona en ser recibida por el mandatario en esta que es la Primera Jornada de Audiencias Públicas, con la cual dan principio las diez sesiones similares que se realizarán los primeros miércoles de cada mes, durante el presente año. Las siguientes seis jornadas tendrán lugar en las regiones oaxaqueñas.
La audiencia de hoy comenzó a las ocho de la mañana, luego de haberse distribuido ciento veinte fichas para cubrirse en doce horas, sin embargo hasta las 21 horas habían llegado más personas y la jornada se extendería seguramente más allá de la media noche, hasta la madrugada, si es necesario, ha dicho el gobernador.
Más de setenta mesas de trabajo se instalaron para recibir a la ciudadanía, los titulares del gabinete legal y el ampliado, así como los delegados de las dependencias federales que despachan en esta capital, acompañan a Gabino Cué en esta tarea de responsabilidad democrática, de participar de cerca con los mandantes, que al fin el poder dimana de la sociedad.
Pasa el Comité de Agua Potable de la comunidad de San Esteban Atatlahuca, de la Mixteca; lo hace también Luz del Carmen Olivera Ramírez, de la asociación Del Corazón a la Mente en Defensa de Tu Ser, que atiende a personas con síndrome de Down; acude también Adolfo Vásquez Bautista, presidente del Comisariado de Bienes Comunales de San Pablo Cuatro Venados para exponer un problema limítrofe aquí en los Valles Centrales.
Llegan de una fila que parece interminable, pero no se presentan con el rostro cansado por la espera, si han aguantado años para ser escuchados qué importan unas cuantas horas si van a conversar con Gabino Cué, que ofreció abrir las puertas del Palacio para estas audiencias públicas. Es la sensación de esperanza tantas veces anhelada.
Cuando son las nueve de la noche han transitado por esta Casa del Pueblo ochenta y seis personas u organizaciones, el reporte de los responsables de la Dirección de Atención Ciudadana señala que se distribuyeron ciento setenta y cinco fichas para este día. Y la indicación del gobernador es atender hasta la última. Un recuento hasta estas horas es que la primera audiencia pública del sexenio rebasaría las 200 comisiones y la media noche.
Una larga Primera Jornada de Audiencia Pública. Una larga, larga espera para ver abiertas las puertas del Palacio para recibir a quienes construyen día a día la esperanza de un Oaxaca nuevo, diferente.