
Votar o botar la elección
Este domingo uno de junio la población empadronada de México tendrá oportunidad de asistir a las urnas (mesas receptoras) a fin de sufragar, en uso de su derecho constitucional, por la renovación de un poder (el judicial) que ha sido utilizado por intereses facciosos que impiden que la justicia llegue a la población más necesitada.
El ejercicio inédito cumple el objetivo de renovar, por la vía democrática, a jueces, ministros y magistrados que antes eran “electos” por el Senado, a propuesta de la presidencia de la República. Es decir, en discreto coloquio con un grupo de notables, una sola persona los nombraba. Como cuando Ernesto Zedillo despidió a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y designó a abogadas y abogados cercanos al conservadurismo y al grupo que gobernaba.
Ahora vamos a cambiar un poder que ha estado al servicio de facciones, bandos, grupos empresariales, privados, políticos y, en muchos casos, de la delincuencia de “cuello blanco” y organizada. La escandalosa liberación, los fines de semana, de criminales y “capos” del narcotráfico, y el retraso en aplicar justicia en el caso del más grande y sedicioso deudor del fisco, Ricardo Salinas Pliego, son ejemplo de que algo está podrido en uno de los tres poderes del Estado.
Ahora, gracias a los cambios que arribaron en 2018, venturosamente podrá hacerlo, desde su ámbito personal e intransferible, cualquier ciudadano que esté consciente de que, llenando cada una de las seis boletas que tendrá en su mano este domingo 1 de junio, hará que mejore la impartición de justicia, y con ello hacer historia.
Escogidas previamente por los tres poderes de la unión en un proceso de selección no exento de errores, las candidaturas estarán sujetas al veredicto ciudadano, aunque el lapso de campañas haya estado sujeto a descalificación y oscurecimiento por parte de fuerzas, sectores y posturas que le siguen apostando a la inmovilidad a ver si, por arte de magia, vuelven los viejos tiempos.
Los llamados a no votar, es decir, abstenerse, burlarse, descalificar el proceso -porque “los dados están cargados” y “nada va a cambiar”- se reproducen por medios de comunicación empresariales y voceros del PRI, el PAN y otros partidos de oposición. Su narrativa es que un solo partido, en este caso morena, se apropiará de todos los ámbitos de justicia con lo que, sumado a los poderes ejecutivo y legislativo, se cierra el círculo de una “dictadura perfecta”como la nombró al referirse al México del partido único, el escritor Mario Vargas Llosa.
Se hace presente el gastado discurso del anticomunismo, castrismo y bolchevismo que durante la “guerra fría” acuñó la estadounidense Agencia Central de Inteligencia, la CÍA, para impedir la liberación de pueblos de América Latina, el Caribe y otras naciones, dominados por dictaduras impuestas por Estados Unidos.
No se les va a dar gusto pues, aunque hayan faltado incentivos, tiempos de explicación, orientación y promoción de las y los aspirantes, la gente ha estado muy receptiva a los mensajes de la misma presidenta Sheinbaum quien,pese a la “guerra sucia” en contra, ha explicado la manera en que podemos llevar a cabo el novedoso ejercicio. También consejeras y consejeros del Instituto Nacional Electoral han puesto su empeño en que el proceso se lleve a cabo con éxito.
Si bien no vamos a cruzar boleta y tampoco participan colores y emblemas de partidos políticos, tenemos que practicar en casa y llevar nuestros apuntes para llenar espacios con dos dígitos en seis diferentes boletas identificadas con colores que distinguen cada especialidad. Por ejemplo, para ministros y magistrados de la Suprema Corte, de la Sala Superior del Poder Judicial Electoral, del Tribunal de Disciplina Judicial, de la Sala Regional del Poder Judicial Electoral; magistradas y magistrados de Circuito y juezas y jueces de Distrito. Todos ellos, cargos federales.
Estarán instaladas 84 mil casillas seccionales y aunque, el veredicto no se dará a conocer sino hasta máximo el 15 de junio, las papeletas serán contadas, voto por voto por ciudadanos en los consejos distritales. Un proceso vigilado por observadores electorales nacionales e internacionales a fin de constatar la limpieza de la elección.
Si bien los llamados “acordeones” pueden contribuir a la desinformación, a fin de conocer perfiles de candidaturas y los pasos mismos del proceso, habrá que consultar la página web del INE, que estará dando a conocer, hora tras hora, el recuento y resultados. La noche de este domingo se sabrá únicamente el índice de la votación en general. Esperemos que rebase las expectativas y que haya paz en lugares como en Veracruz en donde hay elecciones municipales.
@ernestoreyes14