Desde el año 2011, cuando Fibra Uno comenzó a operar en el mercado de bienes raíces del país, sus objetivos y filosofía empresarial se destacaron y diferenciaron en relación con otras empresas del rubro. La convicción de que es posible planificar estrategias para conseguir determinados objetivos en un margen de tiempo estimado junto con el aporte y/o la contribución social a partir de la participación en programas de ayuda social y comunitaria, es un rasgo que con el paso de los años fue consolidándose.

Durante los primeros meses del 2020, en los cuáles las políticas sanitarias gubernamentales nacionales e internacionales propusieron frenar las actividades económicas no esenciales para evitar lo máximo posible la circulación del coronavirus, provocó que el sector inmobiliario del país se encuentre en una coyuntura altamente desfavorable. En ese marco, la familia El-Mann Arazi que forma parte de la cúpula directiva más importante de FUNO, demostró que un empresario exitoso hace de su empresa una destacada entre otras, a partir de virtudes que exceden la formación. Los empresarios de Fibra Uno han desarrollado políticas que supieron vincular el contexto sanitario y los objetivos de la empresa para el rubro bienes raíces. Así, impulsaron la transformación de varias de sus propiedades por hospitales y escuelas, lo que significó tanto un objetivo económico, como un aporte a la sociedad en un contexto en el cual ese tipo de inmueble era necesario.

Fibra Uno fue la primera empresa en comenzar a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores cuando empezó a hacerlo en el año 2011 hasta la actualidad de manera ininterrumpida. Durante esa década, la empresa fue consolidando su filosofía de buscar oportunidades y programas de ayuda y aporte social y comunitario, y la amplió hacia una búsqueda de ser una empresa vinculada a la protección del medio ambiente e impulsar de este modo, políticas vinculadas a la sostenibilidad.

En los últimos días, el director de Fibra UNO Andre El-Mann Arazi ha destacado la importancia que tienen el plan ante huracanes y desastres de Fibra Uno a medida que México experimenta eventos climáticos severos más frecuentes.

El sector bienes raíces del país NO debe estar a merced de problemas climáticos

En los últimos días, circuló por los medios de comunicación un atípico ranking. En esta información, es posible apreciar que el huracán que más ha impactado económicamente hablando a los mexicanos no es el histórico gigante Gilberto, sino Wilma, de 2005.

La importancia de este tipo de información, y del análisis que despierta, es que colocó en el centro de la escena la necesidad impostergable de prevenir este tipo de costos e impactos económicos, por lo que es menester convencer a la sociedad en general, pero a empresarios e inversores en particular, de las consecuencias que traen los cambios climáticos que, cuando golpea con algunas de sus manifestaciones como lluvias intensas o huracanes, impactan contra toda la región en donde se dé.

• Es por ello por lo que la familia El-Mann Arazi ha decidido colocar este problema como uno de los más importantes en la agenda de FUNO, y comenzar a desarrollar políticas en relación con el cambio climático.
• Para tomar dimensión del impacto que generan los problemas climáticos en la economía nacional, solamente el año pasado, 4 mil 300 millones de pesos fueron los que reembolsaron o pagaron las aseguradoras (unos 215 millones de dólares) a sus clientes, lo que significa un 80 por ciento más dinero que en 2019.
• Dentro del rubro bienes raíces, el impacto es aún mayor y hay cientos de ejemplos. Thor Urbana y Gicsa, son dos empresas inmobiliarias que inauguraron centros comerciales en Mérida entre el 2019 y 2020. En ese lapso, las tormentas provocaron que subiera el manto freático al punto de inutilizar durante meses, un paso a desnivel en la ciudad de manera que los estacionamientos subterráneos de esas plazas no recibieron el número de clientes que esperaban. Además, muchos de sus locales permanecen desocupados.

Este tipo de impacto de las tormentas en el sector bienes raíces del país, ya está en consideración de FUNO, principal Fibra de México que siempre se ha destacado por su ampliación de objetivos meramente individuales y por la búsqueda del crecimiento del sector en su conjunto que genere una atracción importante para nuevos inversores nacionales e internacionales. Esta empresa que se dedica a la administración de capital para invertirlo en inmuebles como la Torre Mayor y varios parques industriales ya ha desarrollado una cuantificación de sus riesgos por cambios en el medio ambiente, lo que puede significar un impulso para que otras empresas del rubro en el país imiten el estudio y así, de manera conjunta, se pueda contribuir a la toma de conciencia de que el cambio climático y sus manifestaciones más feroces, afectan a todos.

FUNO: políticas de sostenibilidad y enfrentamiento al cambio climático

La familia El-Mann Arazi hace unas semanas, confirmó la planificación de la empresa para los próximos años que prevé una disminución del 20% las emisiones de GEI en sus inmuebles. Este objetivo que se viene impulsando hace algunos años, está estipulado alcanzarse en el 2030, un horizonte a mediano plazo que se vincula con los problemas ambientales que se manifiestan de manera permanente, y frente a los cuales los empresarios de FUNO entienden que es posible hacer frente sin necesidad de alejarse de los objetivos económicos empresariales. De hecho, hay una profunda convicción de que las políticas de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente se vinculan directamente con la solvencia económica de las empresas ya que, al disminuir los riesgos, se evita estar a merced de tormentas y huracanas por caso.

Sostenibilidad, asoma desde hace unos años como el objetivo presente y futuro de Fibra Uno, explica el empresario inmobiliario Andre El-Mann Arazi. Además de estudios e informes que la propia empresa realiza en torno a los devastadores efectos del cambio climático en el país, también organismos y programas de importancia nacional como el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), develan datos que muestran cómo el cambio climático afecta a todos. Según informa el PNUMA, la cantidad de energía que es consumida en los edificios genera aproximadamente el 30% de los GEI.

Al tomar solamente un aspecto como lo son los niveles de GEI emitidos por edificios, es posible dimensionar que, el sector bienes raíces en conjunto, genera o contribuye al deterioro del medio ambiente. Por lo tanto, así como esto es una realidad, también es posible modificarla. Tal es la filosofía de FUNO.

• FUNO realiza una gestión de riesgos altamente minuciosa. Actualmente, el máximo órgano de gobierno encargado de realizar las evaluaciones de riesgos es el Comité de Auditoría, que es 100% independiente. Para poder identificar incumplimientos, riesgos no identificados o cualquier otro valor que pueda afectar a las operaciones empresariales, la empresa ha contratado a un tercero independiente que asesora, verifica, examina y realiza evaluaciones periódicas de riesgos.
• A partir de estos estudios, FUNO publica de manera periódica, distintos riesgos a los que pueden estar expuestas sus propiedades, la organización o el sector inmobiliario. Esto lo llevan adelante a través de un informe anual, página web, prospectos, presentaciones, entrevistas, etc.

Por lo tanto, vemos que la familia El-Mann Arazi, principales directivos de FUNO, estructuran una organizada ingeniería vinculada a la gestión de riesgos que, desde hace algunos años, arrojan datos importantes para determinar los niveles de gravedad vinculados a varios aspectos entre los cuales los problemas ambientales forman parte central del informe. En el marco de distintos informes nacionales e internacionales que determinan que actualmente los edificios generan un 30% de GEI, desde FUNO se han posicionado en relación con esos niveles como uno de los objetivos a mediano y largo plazo sobre los cuales comenzar a construir políticas que puedan disminuir su grado de peligrosidad.

El esfuerzo que realizan el equipo de la empresa dirigida por Andre El-Mann con relación a los problemas climáticos, viene dado no solamente por los datos que arrojan distintos informes que determinan, por ejemplo, el costo de los huracanes en los últimos años. Sino también, por la ausencia de conciencia sobre esta problemática. en contraste, con los informes que elabora la empresa, y la puesta en marcha de políticas de sostenibilidad, un gran porcentaje de la población aún duda de la existencia y los efectos que provoca el calentamiento global, manifestado en un cambio climático mundial que produce lluvias, tormentas, y huracanes cada vez más frecuentes e intensas.

Bienes raíces, el porvenir de las políticas de sostenibilidad

Para poder impulsar este tipo de políticas, es necesarios disponer de un conjunto de elementos. Como ha señalado en más de una ocasión André El-Mann Arazi, el carácter resiliente de los empresarios es vital. Además, tal y como lo hace Fibra Uno, se necesita estar convencidos de que objetivos económicos y políticas de sostenibilidad no son excluyentes.

Por ello, disponer de capital no lo es todo, es menester contar con un equipo empresarial cuente con la posibilidad de combinar formación específica y la experiencia dentro del rubro. La sostenibilidad no se trata solamente de generar políticas aisladas con relación al medio ambiente. La crisis sanitaria develó la importancia de la salud humana, de la misma manera que el cambio climático y sus manifestaciones más intensas muestran la necesidad de contribuir a la salud del medio ambiente. Por ello, la familia El-Mann Arazi se muestra entusiasmada por el plan frente a huracanes y desastres que impulsa Funo, que puede significar un punto de partida para que otras empresas del sector impulsen políticas similares.