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CIUDAD DE MÉXICO,. 2 de abril de 2017.- La mejor terapia que podemos plantear en un caso de autismo es la educación; así lo hemos comprobado en más de 35 años de trabajo con niños que tienen esta condición, a quienes les hemos ofrecido más que un tratamiento: un conjunto de estrategias adecuadas para cada caso específico, que les permita insertarse a su entorno sociocultural, destacó Felipe Cruz Pérez, académico de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
Mediante un comunicado, el jefe del Laboratorio de Cognición y Desarrollo de esa entidad universitaria indicó que se trata de un trastorno del neurodesarrollo, caracterizado por alteraciones en la comunicación e interacción social en diversos contextos, el cual padece alrededor del uno por ciento de la población mundial.
En el marco del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, que se conmemora hoy, 2 de abril, mencionó que se presenta más en hombres que en mujeres y la sintomatología principal son deficiencias en la reciprocidad socioemocional y en las conductas comunicativas no verbales, además de una dificultad de inicio en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de las relaciones personales.
El especialista en diseño de programas de intervención clínica y psicopedagógica en trastorno del espectro autista aclaró que llegar a un buen diagnóstico requiere de un trabajo multi e interdisciplinario, pues se debe realizar una serie de estudios clínicos y de desarrollo, además de evaluaciones psicométricas.
Para nosotros, abundó, uno de los puntos importantes cuando llega un niño con diagnóstico de autismo es saber cuál ha sido el manejo farmacológico de control con el que se le ha tratado; “hablamos de control y no de cura, porque para este trastorno hasta ahora no la hay”.
Desde nuestra experiencia de 35 años hemos encontrado que, por su condición orgánica, no necesariamente todos requieren manejo farmacológico, pero es importante discriminar en qué casos es necesario que los especialistas médicos mantengan y revisen permanentemente sus prescripciones.
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