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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de julio de 2019.- En México, la Esclerosis Múltiple afecta a 2.3 millones de adultos jóvenes en edad productiva, de ellos, dos de cada tres son mujeres, informó el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
En un comunicado detalló que ante este panorama, junto con otros organismos del sector salud y de 48 países lideradas por la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple (MSIF, por sus siglas en inglés), despliegan acciones para la detección y tratamiento modificador temprano de esta enfermedad.
La iniciativa tiene como fin incrementar el conocimiento del impacto de este problema de salud pública en las personas que padecen Esclerosis Múltiple, así como retrasar su progresión, favorecer su control y reducir daños discapacitantes en los pacientes.
El Instituto atiende en su red de hospitales a cerca de mil 300 personas con esa enfermedad, de los cuales casi 300 son tratados en el Centro Médico Nacional (CMN) 20 de Noviembre, informó Lilia Núñez Orozco, Jefa del Servicio de Neurología de este nosocomio.
Aunque la enfermedad es rara, la experta del Instituto recalcó que representa un problema de alto costo para su diagnóstico, tratamiento y seguimiento; además de su impacto financiero en la productividad del país y sobre todo el costo humano, motivo por el cual el Instituto reitera su compromiso de reconocer el problema y mejorar mecanismos para brindar atención integral a los pacientes y mejorar su calidad de vida.
Destacó que el ISSSTE dispone de la mayoría de los tratamientos modificadores de la enfermedad para controlar la Esclerosis Múltiple, con efecto inmunomodulador o inmunosupresor, que evitan que los brotes ocurran o que su presencia sea lejana y de esa manera se reduce la posibilidad de discapacidad.
Explicó que la Esclerosis Múltiple es una enfermedad neurológica inflamatoria y degenerativa; se presenta en 20 de cada cien mil habitantes e inicia entre los 20 y los 40 años de edad; además, figura entre las principales causas de discapacidad no traumática en adultos jóvenes.
“Aunque no es curable, si se detecta y atiende de manera temprana se puede controlar y disminuir sus efectos invalidantes”, resaltó la especialista.
La característica principal de esta patología es que “el paciente presenta episodios abruptos recurrentes de disfunción neurológica muy diversos, como deficiencia de la visión acompañada de dolor, vista; adormecimiento de la mitad del cuerpo o de ambas piernas, derivado de una lesión en la médula espinal.
También, falta de control en la micción; vértigo; parálisis facial y, dolores en la cara, por mencionar algunos síntomas de los brotes”, que pueden ser modificados con tratamientos inmunomoduladores, subrayó.
La Esclerosis Múltiple -agregó- es un padecimiento autoinmune, en el que hay una predisposición genética del paciente y la presencia de un agente externo como detonante, es decir, diversos tipos de virus comunes de los que no se ha identificado alguno en particular como causante.
Lo que ocurre con esta enfermedad es que el sistema inmunológico, además de atacar al virus, afecta la mielina, recubrimiento de las prolongaciones nerviosas del cerebro y de la médula espinal que permite la transmisión de los impulsos eléctricos de forma adecuada.
Los brotes, precisó la especialista, duran más de cuatro horas y hasta cuatro semanas y aunque pueden mejorar sin tratamiento, es posible que dejen una secuela en la persona, razón por la que estos episodios se tratan con metilprednisolona (corticoesteroide con alta potencia anti-inflamatoria).