Por no ir a campaña, lo despiden en Hospital Regional de Veracruz
Fue hace 23 años. El gobernador José Antonio González Curi, un hombre como muchos otros, al que el poder enloqueció, sacó violentamente de la rectoría a José Alberto Abud Flores, un investigador respetable, serio y con un sentido de dignidad propio de los buenos académicos y de las personas de bien. González Curi pretendía disponer del presupuesto universitario y para ello era necesitaba un lacayo; amenazó al rector para que renunciara, pero se resistió. El gobernador recurrió a un grupo de jóvenes golpeadores para lograr su cometido, y presenció a distancia, desde su vehículo, la manera como los porros cumplían su cometido.
El mandatario local no recurrió a las instancias formales ni hizo gestión para que el consejo universitario atendiera su caso. Como sucede en las causas indefendibles, recurrió a sus golpeadores, lidereados por el entonces dirigente de las juventudes priístas. Un personaje ahora conocido de todos y que honra su vergonzoso pasado: Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI.
Desde entonces a la actualidad mucho ha acontecido. La universidad cayó en total degradación, González Curi es un personaje de triste memoria y sin ascendiente en su comunidad. Su golpeador de aquel entonces fue promovido; primero regidor en el ayuntamiento de la capital, después dos veces diputado federal y senador. Con el favor de Peña Nieto llegó a ser gobernador. Ahora es el peor presidente del PRI, además en el momento más difícil.
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