Francisco J. Sánchez | Un científico sin salida

OAXACA, Oax. 9 de febrero de 2022.- El presente del científico oaxaqueño Héctor Alejandro Cabrera Fuentes es un secreto de Estado. Nadie, salvo él, su abogado, el juez y el fiscal conocen los términos de un acuerdo, que lo mantendría 10 años en una prisión de alta seguridad en Estados Unidos y ya no a perpetuidad.

Los últimos informes judiciales señalan que alcanzó un pacto con el gobierno estadunidense para declararse culpable de espionaje a favor del Servicio de Inteligencia de Rusia, luego de que en un inicio, hace dos años, aseguró lo contrario, es decir, se declaró inocente.

Este martes, Laura Sánchez Ley, periodista del grupo multimedios Milenio -y quizás una de las periodistas, por no decir la única, que más publica del caso en el país-, conversó con un grupo heterogéneo de personas, que lo mismo iban de periodistas, profesionistas hasta sus seguidores habituales en Twitter.

En ese foro, Sánchez Ley dejo al menos tres datos importantes:

El primero: El gobierno federal, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el gobierno del Estado de Oaxaca como las instituciones públicas de ciencia, dejaron solo al científico, incluso ubicó la diferencia con los intensos esfuerzos diplomáticos en el caso del general Rafael Cienfuegos, detenido,  acusado y extraditado de Estados Unidos por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.

El segundo: al alcanzar un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, el oaxaqueño evita la cadena perpetua por el delito de espionaje y según proyecciones, podría estar confinado al menos diez años, y quizás, el tiempo podría ser menor si registra buena conducta en prisión.

Y el tercero: en una semana, cuando se realice la sesión para anunciar el fallo final, el científico sería el primer mexicano en la  historia acusado de espionaje en Estados Unidos.

Pero Sánchez Ley también pone en la mesa otros datos, no por ello importantes, pero sí ilustradores:

1.- La defensa del oaxaqueño estaba estimada en seis millones de pesos, sin embargo, familiares y amigos solo lograron recaudar donaciones por 60 mil pesos, es decir, unos tres mil dólares.

2.-Sus amigos de El Espinal, Oaxaca, el municipio donde nació Cabrera Fuentes, creen que las acusaciones están más vinculadas a sus trabajos científicos.

Argumentan que el oaxaqueño encontró una cura para la diabetes que impactaría a toda la industria farmacéutica y que ese descubrimiento lo dejó atrapado en los intereses globales.

 3.-Y por último, es un tema que dejó muchas dudas, pero también mucho marginó afectos, además de su familia, como el que tenía al plan de impulsar la ciencia y científicos potenciales en Oaxaca, un estado considerado como uno de los tres más rezagados del desarrollo social en el país.

Francisco J. Sánchez es periodista y especialista en temas de Periodismo, Comunicación y Mercadotecnia Política.