Economía en sentido contrario: Banamex
En los filmes de finales de los 60 del siglo pasados urgidos en su mayoría de la novela negra de autores como la gran Agatha Christie y después una buena cantidad de autores menores, se distinguían dos situaciones casi inequívocamente:
El culpable era seguramente el mayordomo y el infaltable policía chino que acuñó una sentencia muy mexicana que reza ¡Parece policía chino: Enigmático y pendenciero! porque con cara de saberlo todo quería orientar la culpabilidad a quien nada tenía que ver a diferencia de las perfectas tramas en que todos los personajes involucrados directamente con el asesinado parecían culpables.
Sin banalizar o compararlo con el asesinato de un joven estudiante hace unos días en uno de los tantos retenes ilegales para dar cuenta si los conductores van alcoholizados instalados en unos de los municipios conurbados a la capital de Oaxaca, se han desatado sobre todo condenas públicas, de sus familiares, compañeros de universidad, autoridades estatales y un sinfín de comunicados en las redes sociales que por una parte las autoridades municipales se centran en lo que consideran son los atenuantes al menos mediáticos de los policías involucrados y las condenas en reprobar el proceder policíaco, exigir una investigación a fondo, el castigo a los culpables y el desconocimiento de las personas que integran el ayuntamiento en pleno.
Pareciera que se omite, se ignora o se quieren evadir aspectos torales que por desgracia son definitorios de este hecho que se repite a menudo en que se conjugan estos aspectos que involucran a las madres, padres, tutores, jóvenes, autoridades, negocios y reglamentos, así como la corrupción y la ausencia de las autoridades correspondientes como en tantos temas torales para la convivencia civilizada, legal y tolerante que en toda sociedad deben existir, practicarse y cuidarse.
Dependiendo de qué lado se encuentren los involucrados, los intereses que representan, como con la posición que tienen ante los grupos de poder de toda índole, será la argumentación, los alcances y sobre todo la resolución que puedan obtener, de tal manera que a los negocios que están involucrados, aunque puedan llegar a ser sancionados con clausuras temporales o definitivas, pueden reabrir con la misma razón social o simplemente cambiarla para continuar con sus ilegalidades.
Si de las autoridades se trata, se culpan unas a otros dependiendo de los órdenes de gobierno que tengan que ver en que generalmente de acuerdo a la vieja conseja, gana más el que traga más pinole; para el caso de los padres de familia que tienen la pérdida de una hija o un hijo, enfilan toda la responsabilidad, por supuesto y en no pocas ocasiones tienen la razón, en los que cometen los delitos contra sus vástagos y las víctimas casi nunca tienen otro papel más que ser los agraviados que en esa práctica tan nuestra, resultan una vez ultimados las mejores personas que hayan existido.
Casi para nadie es de sobra conocido que los municipios conurbados a la capital estatal al parecer para evadir y darse golpes de pecho, son territorios de prostíbulos, teybols, cantinas, puntos de venta de drogas y otras ilegalidades más en que la corrupción, la inobservancia de los reglamentos como no vender bebidas alcohólicas a menores y en ciertos horarios, la extorsión, el robo, incluso la violación de quienes pierden la conciencia por ingerir bebidas alcohólicas o la caza programada con los dueños o personal de estos negocios a quienes pueden extorsionar abiertamente o en retenes simulados.
La omisión irresponsable o tratada por medio de la corrupción de las autoridades competentes para exigir, vigilar y sancionar el incumplimiento de las normas vigentes sobre el particular son por desgracia y lamentablemente para las víctimas y sus familias algo cotidiano que en el momento de los hechos delictivos e insisto de acuerdo a la relación con lo grupos de poder de los afectados, serán abordados y aun resueltos o como sucede en la mayoría esperar que dejen de ser noticia pública y engrosar los cientos de casos sin resolución y sin justicia.
Para el caso de las autoridades en este caso como en otros tantos que son responsabilidad de las autoridades municipales darán salidas y respuestas en que tratan de demostrar que no es su responsabilidad y lejos de proceder con la ley sobre los responsables, los protegen, conservan su puestos y los empoderan aún más para cometer más atrocidades que “normalizan” los delitos y dan mayor impunidad a los criminales.
Ejercer con estricto apego a derecho las normas vigentes, aplicar protocolos específicos y capacitar a los cuerpos policíacos profesionalmente, sancionar a los negocios fuera de norma y los giros negros y sobre todo inculcar valores a las y los hijos siendo corresponsables en darles satisfactores posibles cuando sepamos que sabrán usarlos responsablemente.
Gerardo Garfias Ruiz