El episcopado ante el segundo piso de la 4T
OAXACA, Oax. 1 de marzo de 2021.- Les comparto que llegó a nuestras manos un texto que me recuerda lo aquí contado en fechas recientes y que vale la pena retomar, el título “Libertad y Estado Laico” de Rafael Hernández Estrada. La más importante de las libertades democráticas es, sin duda, la libertad de pensamiento, la que se ve atrapada y limitada por los sucios y nada teológicos juegos del hambre, punto central del texto.
A propósito de eso, resulta impresionante ver el manejo maniqueo de algunas campañas electorales, bardas con textos para atemorizar e inducir al ciudadano para que voten por quien hace ese tipo de publicaciones; mensajes para atemorizar a sus pueblos y acepten vivir reprimidos, resignados a las desgracias creadas por los gobernantes.
Nada más despreciable que el uso de citas bíblicas en favor de algún gobernante, en donde la propia conciencia dicta que el poder en la tierra es a los hombres y el poder divino a Dios, lo que es igual “Al César lo que es del César” Mateo 22,15-21.
Así las cosas, en este proceso electoral 2020-202, en medio de la pandemia, con el arranque de la vacunación contra la enfermedad que hace un año se dijo sería solo un resfriado agravado y que no requería más que autoridad moral para contenerla, bueno también estampitas y expresiones como “¡detente!” está siendo ya, sui géneris.
Se vislumbra un gran problema para lograr una votación que supere el 50% de participación ciudadana, ante esto, es evidente que, en una elección con voto corporativo arroje resultados de miedo, con estrategias que vayan al desaliento ciudadano y que inhiban la participación social en urnas, se tendrán resultados que enseguida lamentaremos.
Es momento de que la sociedad en su conjunto advierta que este proceso tiene características dialécticas plebiscitarias en todos los órdenes de gobierno sujetos a elección, es decir, es en las urnas donde hay que revisar y calificar a los gobernantes y representantes populares, además de los partidos políticos; en consecuencia, hay que vencer el temor que nos están queriendo infundir y debemos participar para romper la comodidad de la compra y sometimiento que se está queriendo aplicar a los votantes.