Diferencias entre un estúpido y un idiota
OAXACA, Oax., 7 de enero de 2018.- En estas épocas de arranque de año también inician los pagos en materia de contribuciones y es recurrente escuchar comentarios que justifican el incumplimiento del pago de los nada gratos impuestos.
Los municipios en éstos, al igual que en funciones, facultades y cargas de responsabilidad, son los menos favorecidos y los más agraciados son los estados y la federación.
Trataré de explicar por qué esta fórmula es inequitativa y por qué, es mejor que los ciudadanos contribuyan al municipio y no al estado ni a la federación.
Según el presupuesto de Egresos de la Federación y la Ley de Coordinación Fiscal; de entre las variables de mayor relevancia para asignar recursos participables a los municipios, el número de la población y la contribución adquieren la mayor importancia.
En los municipios estas dos circunstancias son cuestiones de profundas desaveniencias entre pobladores y gobiernos locales y, de observación frecuente para negar por parte de los ciudadanos el pago de impuestos locales y su pertenencia a un territorio.
Los gobiernos municipales ofertan descuentos para lograr contribuciones y los ciudadanos muestran apatía a los pagos y cada año los porcentajes de pagos a las haciendas municipales se va escaseando más.
Por otro lado, los pobladores de municipios muy habitados, en la mayor de las ocasiones al ser censados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a pesar de desarrollar sus vidas laborales o escolares en un territorio municipal diferente en el que nacieron, al ser entrevistados por el Instituto manifiestan que, su lugar de residencia es donde son originarios, más no proporcionan el lugar donde viven.
En estos supuestos, las condiciones hacendarias de los municipios se ven severamente afectadas, porque deben atender a todos aquellos que vivan en sus territorio, a los que les debe proveer de seguridad con las obras y acciones que esta implique.
Por citar un ejemplo de las tareas del municipio y por los derechos de los ciudadanos, éstas acciones entre otras que se les son inherentes a los gobiernos locales las enfrentan con haciendas débiles porque por un lado no les cuentan los habitantes y por otro los ciudadanos prefieren pagar sus impuestos estatales tales como tenencias vehiculares o federales como el impuesto sobre la renta.
Estas razones son las que hacen que los municipios en esta época del año oferten descuentos, sorteos, regalos, etcétera, a los contribuyentes que acudan a pagar sus impuestos y derechos en las tesorerías municipales.
Esto es mas fácil que asumir la tarea sustantiva en materia de alcanzar el fortalecimiento de la hacienda local.
De fondo, ¿qué hay que hacer? cambiar la fórmula de asignación de recursos participables, que las variables no sean las comentadas y que mayormente dejen de ser estas las que determinen las cantidades asignadas a los fondos municipales.
¿Cómo? que los que siendo presidentes municipales y después diputados revisen esto y se documenten sobre el particular para que, estando en donde se realizan leyes y se modifican las mismas asuman el papel municipalista y den al territorio la importancia política que tiene y no solo los vean como escalón para llegar a los Congresos.
También que el famoso “bajar recursos” lo cambien por hacer una Ley de Coordinación en estricto apego al pacto Federal y con los principios de Federalismo olvidados.
Otra tarea importante es que los presidentes municipales y los ciudadanos coincidamos en que la tarea de estar al frente de un municipio implica gobernar y que esta palabra no es acepción de hacer obras y dar despensas. Sino que el gobierno en la tarea municipal es más amplia y hoy tiene retos mayores que el solo ver quien hace más obras.