Ocho ministros cierran filas contra la reforma judicial
Aquí vamos, vuelta a la hoja. Vienen las etapas intensas de toma de Consejos, acusaciones de todo tipo, pago de votos, violencia, en fin el camino largo y sinuoso en ruta del uno de enero del 2022.
Candidatos que en ejercicio de sus derechos inicien sus cadenas de impugnación tendrán los plazos y tiempos que la Ley Electoral establece para darles más tareas a la Magistrada y Magistrados del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca (TEEO) y así hasta que llegue el momento de rendir protesta.
Se avecinan momentos difíciles en Oaxaca, similar a esa etapa del año de 1989 cuando Don Heladio Ramírez López casi concluía su periodo de Gobernador; con la división del Partido Revolucionario Institucional y la primera participación del Partido de la Revolución Democrática (PRD), palacios municipales tomados, movimientos por la democratización del poder en los Municipios. Se iniciaron ahí soluciones salomónicas que a la postre concluyeron en leyes que hicieron legales acuerdos poselectorales.
Lamentablemente esos escenarios, se van a construir ahora, no por la competencia sólo de la lucha del poder, intervienen ahora factores como los del real estado de violencia que prevalece en la mayor parte del territorio del país y de cuyo clima, no está exento nuestro estado.
La radiografía electoral está contaminada con dineros que no son lícitos, esta situación tiene efectos como la apropiación de los territorios sin ver por el desarrollo de la localidad, ya que se tiene la garantía de la protección del aliado principal, que repliega y sanciona sin importarle economías familiares o vidas, tan sólo es su imperio de control el que prevalece, tal como ocurrió en la región del istmo con la muerte de al menos una persona y enfrentamientos en otros municipios.
Así las cosas espero que no corra más sangre en esta recta de siete meses, en nuestro estado, porque antes el estado reprimía con prisión y casos muy específicos con desapariciones y muerte, pero hoy, sin contemplación se destruye, lesiona y priva de la vida al oponente o tal vez, ya sea correcto decir, al enemigo o competente comercial, sin embargo la sociedad y el estado debemos hacer el esfuerzo de no aceptar que eso sea ya, una situación normal del día a día. Hay que detener la violencia, es urgente y se precisa un estado libre de miedo.