José Julio Antonio Aquino | Proceso electoral

OAXACA, Oax., 31 de mayo de 2021.- La próxima semana estaremos, revisando los resultados electorales, sabremos quién venció y quién aún estará a la espera de la sesión de cómputo para hacer ahí otro intento porque los resultados le favorezcan y, también habrá quienes ya estén en la preparación de los elementos de prueba para ir a las salas de los Tribunales para dirimir el resultado de este pandémico proceso electoral 2020-2021.

Lo terrorífico es que varios Frankenstein, van a aparecer, unos producto del laboratorio y otros, resultado de la conjunción de la corrupción con el dinero de los más aviesos intereses que dañan al país y lo bañan con sangre. Un buen porcentaje habrán triunfado con ese híbrido empoderamiento.

Así quedará marcado el proceso 2021, año en el que murieron en el país cerca de cien políticos, entre candidatos y líderes electorales, donde existieron asesinatos en plenos actos de campaña, donde las policías locales sirvieron para perseguir y hostigar candidatos, donde hubo secuestros y extorsiones a candidatos y políticos. Será este año, como el que se lavará la sangre y se ahogará el dolor, donde daremos tránsito a la más perversa imagen de un nuevo habitad electoral, en el que, debemos acostumbrarnos a que ¿los poderes fácticos, ya no son los tradicionales sino ahora hay que agregar dos más a los ya existentes?

Hasta esta fecha se registran 88 muertes relacionadas al proceso electoral. Cuando este proceso concluya con la rendición de protesta a la Constitución Federal por quienes habrán de ejercer algún cargo de elección popular, hagamos otro recuento. Deseo que no suceda una muerte más, pero el poder y la desviación de los legítimas aspiraciones, se confunden y nos evidencian en esa etapa cruel de la mendicidad humana no apta ni capacitada para los cargos con funciones de poder.