![](https://oaxaca.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/estres-107x70.jpg)
Estrés laboral, el tercer en discordia en la vida en pareja
Todos (si vivimos lo suficiente) nos volveremos viejos. Es un hecho invariable que podemos observar en todo lo que nos rodea. A pesar de ser algo evidente, y universal, nuestro mundo no está construido para todos y algunas veces parece que los adultos mayores son los que deben adaptarse a la hostilidad de la ciudad, en lugar de diseñar espacios que garanticen su bienestar.
“El espacio, si lo pensamos en términos de lo que necesita una persona de edad avanzada, puede apoyar la autonomía o puede restringirla”, menciona en un comunicado Alejandro Pérez Duarte Fernández, coordinador del Laboratorio del Hábitat para Personas Mayores, proyecto interdisciplinario del ITESO que explora y analiza el concepto de ambiente desde una perspectiva gerontológica.
La gerontología, a diferencia de la geriatría, estudia la vejez en términos holísticos. Es una ciencia que considera la transformación y fragilidad del cuerpo en esta etapa, pero también se preocupa por comprender otros hechos que inciden directamente en la calidad de vida de los adultos mayores, como el acompañamiento, la salud psicológica, la accesibilidad a servicios y espacios, y la autonomía.
Pérez Duarte considera que es una cuestión que debe estudiarse de forma urgente. “El tema es muy fuerte hoy en ciertos países. En México lo va a ser en la próxima década porque estamos envejeciendo. Nunca en la historia del México actual había pasado que hubiese tantas personas de edad avanzada”. Esto se debe a la baja natalidad y la reducción de la mortalidad. Entre 1965 y 1970 la esperanza de vida se estimaba en 59 años, mientras que la tasa de natalidad era de 5.5 hijos por mujer, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) calcula que actualmente la esperanza de vida es de 75.7 años y la natalidad es de 1.6 hijos por mujer.
Con este sector de la población en aumento, los espacios públicos y privados tendrán que reformarse para cubrir necesidades como infraestructura accesible, transporte incluyente y viviendas que propicien la interacción social junto a servicios cercanos.
“Todos queremos ser autónomos, pero para conseguirlo la vivienda y la ciudad nos deben de ofrecer un entorno de apoyo”, señala y asegura que las personas mayores no buscan depender de alguien más. Una idea que pertenece a una cultura del envejecimiento del siglo pasado.
Con el propósito de brindar diferentes oportunidades y soluciones a las demandas de este futuro cercano, el laboratorio ha hecho un análisis de 36 casos, en los que se documentó el estilo de vida de la persona y su vivienda, así como diagnósticos con perspectiva gerontológica de mapas de la ciudad de Guadalajara.
Guadalajara pertenece a la Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores desde 2015, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que fomenta la adaptación de ciudades y comunidades a las necesidades de la población que envejece. Sin embargo la ciudad presenta múltiples retos para los adultos mayores, como las pocas oportunidades de intercambio social, la baja oferta de servicios cercanos, los pocos programas sociales (los cuales están fragmentados y llegan a reproducir prácticas asistencialistas) y el hecho de que las familias son las principales responsables de los cuidados, especialmente las mujeres, según Rocío Enríquez, académica del ITESO y colaboradora del proyecto.
Pérez Duarte concibe el ambiente como un soporte para los que lo habitamos. Según la OMS, la soledad es uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de afecciones de salud mental durante la vejez. También menciona que uno de cada seis adultos mayores sufre maltrato por parte de sus cuidadores. Para 2030 una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más.
El académico destaca que las universidades e instituciones deberían unir sus capacidades técnicas y humanas para innovar en esta área.