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CIUDAD DE MÉXICO, 26 de marzo de 2020.- El mensaje fue penoso; propio de los peores tiempos de la sumisión de los medios, en general, a gobiernos autoritarios y nada democráticos de los años 70 y 80 del siglo pasado.
Y es que contra los básicos de la ciencia, contra la experiencia en otros países y contra el sentido común, el propietario de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego, se tiró al piso para defender la indefensible postura de López Obrador, frente a la pandemia de Covid-19.
Salinas Pliego dijo que la gente debía salir a la calle, que no debía tener miedo a la pandemia porque su letalidad no es como la pintan. Peor, dijo que los mexicanos debían escoger entre morir de hambre y morir de la pandemia.
Incluso fue más brutal en su defensa de las locuras lopistas –que han sido censurados en todo el mundo–, cuando se atrevió a decir que seguir con el aislamiento como proponen “los opositores fifí”, podría significa “morir de hambre, antes que morir del virus”.
Así la estulticia del otrora integrante de “la mafia del poder”.
Sin embargo, lo cierto es que a nadie debe sorprender la postura entreguista y rapaz de Ricardo Salinas Pliego, presidente de Televisión Azteca, ante los deseos locuaces del gobierno de López Obrador.
¿Y, por qué no es ninguna sorpresa?
Porque Televisión Azteca, igual que todas las empresas mediáticas de radio, televisión, prensa y digitales en México, enfrenta la más severas crisis de supervivencia en décadas, provocada por la caída del “pastel” publicitario, general y, en particular, por la reducción de la publicidad oficial.
Por eso, porque Pliego aspira a ser rescatada –junto con sus empresas–, por las jugosa partida de publicidad oficial del gobierno de López, el depredador empresarial decidió copiar el ejemplo que encumbró a Emilio Azcárraga Milmo, en los años 80 del siglo pasado, en los gobiernos del PRI.
¿Y, cuál es el ejemplo Azcárraga Milmo?
Elemental, convertirse en un leal soldado del presidente en turno y, por tanto, doblarse ante un preclaro, inteligente y siempre talentoso mandatario… Total, el rescate económico bien vale doblar la cintura.
Y es que, como saben, Salinas Pliego fue premiado por su amigo y paisano Carlos Salinas, con la venta, a precio de ganga, de la mayor televisora del Estado, Televisión Azteca. Con ese negocio entendió el valor de la docilidad ante el poder en turno.
Y lo entendió tan bien que, con la ayuda del presidente Fox, el señor Pliego se habría robado, a la mala, el Canal 40, que era propiedad del hoy fallecido Rafael Moreno Valle.
Y es que en el gobierno de Fox se habían aliado Salinas Pliego y Moreno Valle, para crear la más potente empresa televisora, con los canales 13 y 7 de Azteca y Canal 40.
Sin embargo, pronto se rompió la alianza y, en diciembre de 2003, Salinas Pliego habría mandado a un piquete de asaltantes a ocupar la antena de trasmisión del Canal 40. Cuando Moreno Valle reclamó ante la autoridad federal por la arbitrariedad, Pliego dijo: “si no funcionan los tribunales, tengo derecho a actuar de esa manera”. Al final se apodero, a la mala, del Canal 40.
Ese pillo Ricardo Salinas no era un “opositor Fifí?
Pero años, antes, en junio de 1999, el empresario que hoy se queja de los “opositores fifís” lanzó una guerra contra Cuauhtémoc Cárdenas, el entonces jefe de gobierno del DF, cuando fue asesinado el comediante estelar de Televisión Azteca, “Paco” Stanley.
Airado, Salinas Pliego reaccionó así ante los medios: “Hoy le tocó a Paco, mañana le pude tocar a usted o a mi o a cualquiera. La impunidad nos aplasta… ¿Dónde está la autoridad, para qué pagamos impuestos, para qué tenemos elecciones, para qué tenemos tres poderes, para qué tanto gobierno, cuando no hay autoridad en esta ciudad…?
¿Ese Salinas Pliego no era un “opositor fifí”?
Un década después, en mayo de 2009, luego de ser sancionado por el IFE con dos millones de pesos por no trasmitir los spots de los partidos opositores –solo favoreció al PRI–, Ricardo Salinas acusó al Tribunal Electoral de cometer “un robo en despoblado”. Dijo que no le importaba darle tiempo a los opositores pero que no se dejaría robar.
¿Ese Ricardo Salinas no era un “opositor fifí”?
Y, por último, en mayo de 2012, luego que el IFE le solicitó a Televisión Azteca reprogramas un juego de fútbol a causa del debate presidencial previsto para el 6 de mayo, Salinas Pliego sentenció en sus redes sociales: “Si quieren debate, véanlo en Televisa, si no, vean el futbol por Azteca”.
Otra joya del “opositor fifí”, Ricardo Salinas.
¿Aún dudan de que no pocos hombres de empresa, como Ricardo Salinas, son “la basurita” del Estado?
Al tiempo.