
La huella digital y el Tribunal de disciplina judicial
La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China ha liberado una serie de confrontaciones verbales y generado una sacudida en los mercados internacionales con implicaciones directas en la economía mundial.
Esta guerra arancelaria iniciada por Trump determinó aplicar un impuesto primario del 84% y después del 145% a las importaciones Chinas. Dichas acciones se dan como parte de la reacción de Pekín al retar el primer impuesto y aplicar a todos los productos estadounidenses un arancel del 84%. A partir del 12 de abril se incrementará a un 125% el arancel a todos los productos que provengan de la Unión Americana.
En Estados Unidos los impactos se han reflejado en una baja en el precio del dólar, así como una turbulenta semana en la bolsa de valores para empresas de tecnología. Lo que generó abrir una pausa de 90 días para los aranceles recíprocos impulsados la semana pasada.
Sin embargo el nerviosismo persiste por parte de empresas de tecnología que importan componentes o insumos de China, donde han albergado fábricas y que hoy se encuentran bajo la amenaza arancelaria. Apple, American Standard, Brinc, Novotech, entre otras, que manufacturan en China gran parte de sus componentes e insumos verán un incremento de precios en los próximos días, o bien, optaran por la reubicación de sus maquiladoras en países menos turbulentos.
En Europa las tensiones se han acumulado y se espera impongan un impuesto del 25% al acero y aluminio, del 25% a vehículos y del 20% recíproco a todas las importaciones provenientes de Estados Unidos. Mientras se analiza un impuesto especial para empresas de tecnología y plataformas electrónicas.
En ese contexto México juega un papel preponderante. Aun cuando todos los días existe la amenaza de un nuevo impuesto arancelario, el presidente Trump ha reconocido el trabajo y esfuerzo la presidenta Claudia Sheinbaum. No se ha cansado de elogiarla.
El Plan México anunciado por la presidencia el pasado 3 de abril, pondrá en operación en los próximos días los polos del Bienestar. Espacios territoriales para la inversión, libre de impuestos donde se podrán albergar empresas principalmente generadoras de insumos y que por el incremento de costos no puedan producirse más en China o Europa. El Tratado de Libre Comercio, protege de aranceles a una gama de insumos, de los cuales depende la industria en Estados Unidos.
En el contexto de la regionalización y proteccionismo impulsado por Estados Unidos, nuestro país tiene la oportunidad dorada para volverse un unicornio comercial y sobresalir frente a otros países. Lo próximos días serán decisivos en el contexto del desarrollo del Plan México pues se darán importantes anuncios para la transformación económica y comercial.
Moisés Bailón Jiménez. Es Maestro en Derecho Electoral y Procesal por la Benemérita Universidad de Oaxaca.