Disuade Policía municipal violencia contra mujeres en Oaxaca de Juárez
OAXACA, Oax. 5 de agosto de 2016.- ¿Lavar ropa? ¡Ni pensarlo!, lo poco que nos queda es para las necesidades más urgentes.
Es Doña Elvira, una vecina de Pueblo Nuevo, una colonia de la ciudad de Oaxaca que desde hace dos meses padece la falta de agua, al igual que unos 50 mil habitantes de esta zona.
“No me queda de otra que aprender a cuidar el agua y reusarla”, explica, pues no tiene dinero para comprar una pipa y debe esperar cuando le toque en la programación de Adosapaco.
Comuneros de San Agustín Etla decidieron cerrar las válvulas que surten a la ciudad de Oaxaca por un supuesto adeudo que el gobierno de Oaxaca no reconoce, pues asegura que no existe tal y ha llamado a la conciliación.
Mientras los comuneros y el gobierno de Oaxaca no logran acuerdos, los habitantes de las colonias La Joya, San Isidro, Patria Nueva, Presidentes de México, Los Pinos, El Manantial, Reforestación, Pueblo Nuevo en su privada de Pino Suárez, Constituyentes, 9 de Mayo, del Maestro, Eucaliptos, Bugambilias, Los Cedros, Revolución, Educación, Vista Hermosa, La Soledad, Heladio Ramírez López y Lomas Panorámicas y los fraccionamientos: Esmeralda, Bugambilias, Residencial Orquídeas, Tulipanes, Sauces, Los Cedros, Revolución, Lomas de Santa Rosa y Vista Hermosa, entre otros, han quedado sin agua.
Doña Elvira comenta que el agua que llega no alcanza a surtir a todos los vecinos, por la poca presión que tiene y muchas veces llega sucia.
El único tinaco que tiene debe alcanzarle para cuando se pueda llenar, solo que ahora “no llega ni una gota”.
Hace dos semanas se anotó en una lista para recibir agua de Sapao, sin embargo, el repartidor solo le calculó dos minutos o tres, para que llenara algunas cubetas y tambos.
Se supone que les reparten mil 100 litros a cada vecino, pero depende del humor de los trabajadores la forma de repartir el agua a la gente.
Una pipa en Oaxaca cuesta entre 800 y 480 pesos, pero para algunas personas como Doña Elvira es imposible comprarla.
Por eso van reusando el agua, la que ocupan para lavar trastes, la van separando para utilizarla en el baño; la que ocupan para bañarse, también sirve para ocuparla en tareas de limpieza; pero no se puede lavar ropa o bañarse todos los días.
Pese a esta situación, el recibo por el servicio de agua ha sido puntual, llegó a los vecinos aunque lleven un bimestre sin recibir agua en sus viviendas.
‘Eso no es culpa nuestra’, explican las trabajadoras de Sapao que reciben el pago, pues de no hacerlo se generan recargos y el problema será mayor.