Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de diciembre de 2017.- ¡Viva el juniorismo!
En pleno siglo 21, cuando se habla de renovación de la política y de oxigenación de la vida nacional, nacen dos clanes de largo alcance.
Por la izquierda, los López Obrador.
Y por la derecha, los Yunes Linares.
A reserva de analizar otros casos, pues se dan en todos los frentes.
A nivel nacional Andrés Manuel López ya ha avisado del alcance de su generación con las encomiendas dictadas a cada uno de sus cuatro hijos.
El primogénito de ellos, el treintañero José Ramón López Beltrán, recibió la instrucción de atender la campaña del Morena en el estado de México.
Gracias al impulso de Ricardo Monreal, y no a la operación del júnior, la candidata Delfina Gómez quedó en segundo lugar, a un puñado de votos del priísta Alfredo del Mazo.
Lo superó en sufragios, pero la anexión de Panal, PVEM y PES decidió la gubernatura.
Más importante es Andrés Manuel López Beltrán, el popular Andy a quien buscan cuantos aspiran a puestos directivos en el partido de su propiedad familiar o a alguna candidatura.
El maneja el picaporte con su padre, está a cargo de las supuestas encuestas –ya vimos en la Ciudad de México con qué resultado- y todo pasa por su mano antes de respuesta a aspiraciones.
Atrás viene Gonzalo Alfonso López Beltrán, quien se coordina con sus hermanos para decisiones importantes y acompaña a su padre en giras para controlar su agenda, sus citas, sus compromisos.
Al final viene Jesús Ernesto López Gutiérrez, hijo del segundo matrimonio del tabasqueño pero frecuente acompañante y desde ahora instruido sobre labores políticas dentro y fuera de Morena.
Al menos uno de ellos irá al Congreso de la Unión.
Gobernador papá, gobernador hijo
Todavía a escala veracruzana está la dinastía Yunes Linares.
El patriarca es Miguel Ángel Yunes Linares, actual gobernador de Veracruz pero quien ya impulsa a sus dos hijos en la política.
Narran en el Comité Ejecutivo del PAN el compromiso del ex dirigente y virtual candidato presidencial Ricardo Anaya de dejarlo operar a placer en el estado.
Por eso es el gobernador más leal, para decirlo de manera eufemística.
Traducido a términos prácticos, significa libertad para impulsar a alguno de sus hijos, Miguel Ángel o Fernando Yunes Márquez, a mandatario local bajo las siglas azules.
Lo veríamos en 2018 si logra imponerlo electoralmente: el padre hereda el poder de Veracruz a uno de sus hijos como si uno de los principales estados del país –el tercero en padrón electoral- fuera patrimonio personal.
Esto se da justo cuando el seguro candidato presidencial panista Ricardo Anaya promete acabar con los cacicazgos, la corrupción administrativa y política y dignificar la moral pública.
“No busco cargos”: Monreal al Peje
Ricardo Monreal ha superado la pesadumbre de haber sido traicionado dos veces por su amigo y guía político desde 1998, Andrés Manuel López.
Ha hablado ampliamente con el tabasqueño y, cerrada la posibilidad de ser presidente de Morena o coordinador de su tercera campaña presidencial, Monreal le dejó claro:
-Por encima de todo están los principios, el proyecto, no los cargos.
Y sí, no tendrá cargos, como quedó claro ayer cuando el de Macuspana presentó a quienes pondría en los primeros lugares de la administración pública.