Diferencias entre un estúpido y un idiota
MADRID, España, 30 de junio de 2016.- Detrás de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) y del voto del miedo en España por la derecha, la verdadera crisis de la Unión Europea se localiza en la aplicación sin dobleces de un modelo de desarrollo neoliberal. A cambio de una dinámica de comercio exterior, los europeos han tenido que sacrificar de manera irremediable el Estado de bienestar.
La UE se ha aliado al Fondo Monetario Internacional para imponer políticas macroeconómicas estabilizadoras que han disminuido no sólo el gasto social sino las políticas de bienestar, a cambio de baja inflación y por tanto de posibilidades de crecimiento económico bajo pero positivo.
La crisis del bienestar ha potenciado las protestas sociales en las calles en Francia, España, Portugal, Grecia e Italia, entre otros, porque la estabilidad macroeconómica ha vuelto a endiosar al déficit presupuestal bajo. Y como lo que desequilibra los presupuestos es la baja recaudación por bajos impuestos a los ricos, entonces no hay más camino que los recortes sociales en el gasto.
El otro efecto político-ideológico de la política económica impuesta por la UE ha sido en el sector laboral. Los partidos socialdemócratas -aún los llamados socialistas- mantenían su fuerza en la representación sindical de los trabajadores. En España el sector obrero era el eje de la relación económica de producción vía la Unión General de Trabajadores del PSOE y Comisiones Obreras del Partido Comunista.
Desde que España ingresó a la UE, esta potencialidad político-productiva se ha reducido a cero. El PSOE desde la izquierda se ha olvidado de la clase obrera. Los trabajadores han percibido que la organización sindical carece de destino histórico porque los niveles salariales se fijan vis a vis la inflación y se aprueban en Bruselas, el centro político de la UE. Por ello, han abandonado el sindicalismo y comienzan a cotizar por la libre y al margen de la fiscalidad. Da mejores ingresos trabajar sin sindicato. Lo malo es que los salarios se han devaluado en promedio un 25%.
El neoliberalismo ha destruido las tradiciones políticas de la democracia europea, desde la carta de los barones en 1215 hasta la salida de Gran Bretaña de la UE, pasando por la fase sindical-salarial de la Revolución Francesa con Sieyès. Recortes en salud, educación, subsidios sociales han desamparado a las mayorías no propietarias. En este escenario se reactivó el viejo socialismo marxista con Izquierda Unida (ex Partido Comunista de España) y Podemos, aunque apenas configurado en un populismo más chavista y peronista que socialista con expropiaciones tipo Allende.
Detrás de la salida de Gran Bretaña se localiza también el tema migratorio que ha desestabilizado zonas urbanas europeas. Esas migraciones han colapsado la seguridad social porque los migrantes tienen prioridad en la atención para evitar acusaciones artificiales y manipuladas de discriminación. En España la migración africana ha atestado las calles de ambulantes vendiendo piratería.
Y el voto del miedo de España a favor de la derecha del Partido Popular –a pesar de casos graves de corrupción– revela que el ciudadano europeo prefiere el neoliberalismo con alto costo social a experimentos socialdemócratas que han derivado en desequilibrios macroeconómicos que a su vez conducen a programas de ajuste social.
El espectro que se cierne sobre Europa ya no es el del comunismo que preveían Marx y Engels en 1848 sino el del neoliberalismo, aunque haya ya destruido el Estado de bienestar.
Política para dummies: La política es la ciencia de la realidad, a costa de la ficción.
Sólo para sus ojos:
Lo más significativo en las elecciones de España fue el poder mediático de los medios: sin representar más que a lectores o auditorio, dictan definiciones a los partidos, condenan o ensalzan en función de su propio poder y dan la versión ideológica final. Y nadie ha votado por ellos.
Muy enojados los europeos con Gran Bretaña; como el divorcio va a tardar, quieren a GB ya fuera de Europa.
El estilo personal de gobernar de la alemana Angela Merker es enérgico pero no estridente: manda, decide y obliga a los demás que den la cara. Alemania es la economía más fuerte de Europa y es el soporte de la Unión. Pero a veces impone políticas a los países.
El siguiente país que podría salirse de la UE sería Italia, donde van ganando los populistas independientes con un discurso anti Europa.
http://indicadorpolitico.mx
@carlosramirezh