Una manera de autocuidado es nombrar lo que sentimos: Iveth Luna Flores
OAXACA, Oax. 11 de mayo de 2024.- En la edición número 24 de la Bienal de Sydney, que lleva por título Ten Thousand Suns (Diez mil soles) se presenta la obra del artista Francisco Toledo, este importante evento inició en el mes de marzo y finaliza el 10 de junio.
Esta extraordinaria exposición muestra las creaciones visionarias de 116 destacados artistas de diversos rincones del mundo, todo dentro de los pasillos de las instituciones culturales más emblemáticas de Sydney.
Inti Guerrero, co-director artístico de la Bienal junto a Cosmin Costinas, indicó que se trata ante todo de “una apuesta por poner en diálogo la multiplicidad del mundo.
Así como hay diferentes formas de referirse al sol en miles de lenguajes, en donde cada cultura tiene mitologías específicas en relación al sol, existen también diferentes formas de existir en el mundo.
En Sydney estamos celebrando esa multiplicidad, desde diferentes perspectivas, no como un guiño en. torno a la diversidad cultural, sino para reunir la forma en que los artistas revelan las fricciones y complejidades de los contextos que habitan, e igualmente los lugares imaginados a través de sus creaciones”.
Agregó que “logramos formar con la obra de Toledo un cuerpo de trabajo significativo para así poder mostrar en Australia la complejidad de su universo y sus múltiples referencias, las variadas formas en que este gran artista creaba imágenes de mundos que contestaban a éste”.
Guerrero mencionó que Toledo va más allá de ser un artista de estudio, “el maestro fue alguien que realmente movilizó las redes humanas, comunitarias y que se trata de un ícono que existe en el imaginario colectivo de México y América Latina. Toledo fue más allá de la idea de un artista, fue un agitador cultural, místico y activista”.
“Exhibidas como constelaciones, la selección de obras de Toledo se pensó para que cada pieza se revele como un portal hacia un espacio-temporal diferente, ya sean sus intrigantes autorretratos, sus divertidos collages ante las grandes construcciones pre-coloniales, así como su iconografía mitológica de los animales-ancestros de la cosmogonía zapoteca”.
La edición 24 de la Bienal de Sydney ocurre en seis espacios, una mezcla de museos, instituciones, así como en una antigua planta de electricidad que ha reabierto como espacio cultural para el público. Guerrero dijo que por otra parte, la idea de la bienal es que las personas tengan la oportunidad de tener diálogos con cosmologías de diferentes partes del planeta, para que haya una afirmación de vida en donde la dicha y la felicidad son herramientas de resistencia.
“Ante todo queríamos hacer una bienal optimista, crítica, pero aun creyendo en el poder transformativo del arte. Necesario sobre todo en un momento donde el pensamiento apocalíptico es hegemónico, en la manera en que la narrativa que se maneja en los medios, en torno a que estamos hacia el fin del mundo, nos despoja de la posibilidad de introducir cambios en este mundo, que aún son posibles. Como nos lo recuerda el sabio Alton Krenak, tenemos que tener aún la capacidad de cambiar el mundo que estamos habitando. También hay que recordar que muchas culturas indígenas, pueblos originarios, vivieron realmente el fin del mundo, el fin de sus mundos. Pero también han sobrevivido muchas cosas a través de la resistencia y resiliencia de estos contextos, como el contexto zapoteca y sus legados culturales y lingüísticos, que el mismo Toledo apoyaba desde su interés por la educación, ayudando a rescatar el idioma para revivir y reanimar ese conocimiento ancestral”.
El co-director artístico de la Bienal dijo que “Australia es un lugar idóneo para el lenguaje visual que Toledo hizo durante todo su trabajo porque todo lo que tiene que ver con territorio y mitologías donde aparecen animales o figuras zoomorfas, forman parte de muchas de las naciones aborígenes en Australia.
“Nuestro primer deseo era ver como poder conectar al público con todas estas fábulas, mitologías y mundos fantásticos que aparecen en gran parte de las obras de Toledo”.
Entre la obra que se muestra se encuentran los autorretratos que fueron uno de los temas principales de su trayectoria, “no queríamos dejar por fuera la esencia de la línea del autorretrato como lugar de afirmación y de experimentación del ser.
También hay otras piezas que están más conectada a referencias precolombinas, hay unos entretejidos en papel hermosos y poderosos, acuarelas, composiciones abstractas y algunos collages, además de otro cuerpo de trabajo que está relacionado a representaciones de soles, algo muy específico por jugar un poco con el título de la Bienal, para hablar de esa fuerza solar que está capturada con la misma experimentación matérica de Toledo”.
Guerrero dijo que también querían mostrar algunas de las cerámicas que hizo en relación a la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, “Toledo capturó inmediatamente ese momento, lo que muestra esa diversidad de práctica que tiene el maestro de ser tanto un artista que le interesa cierto formalismo, o cierta experimentación con lo visual, pero también es alguien que genera denuncias de lo que está pasando en su presente, no dejando de ser un artista contestatario, político”.
Por último añadió que “en la Bienal el público se adentra en los mundos fantásticos de Toledo, complejos, llenos de capas históricas, pero también tienen momentos en donde se genera una interrupción a través de las cerámicas; una realidad cruda actual que sigue siendo conectada con la violencia, la colonialidad, injusticia social, desigualdades raciales y sociales, temas que también se hacen presentes durante el recorrido de su trabajo”.