Persiste la clandestinidad del aborto en la CdMx

El otro rostro del aborto en la Ciudad de México, 15 años sin alternativas para las mujeres capitalinas: dales voz

• * Advierte la organización de las alarmantes cifras de aborto en niñas y adolescentes, denuncia abogado Morfín Calvo.

*Persiste la clandestinidad; particulares operan sin reportar a la autoridad.

• *Se ignora el problema de violencia sexual contra mujeres en CDMX

CIUDAD DE MÉXICO, 26 de abril de 2022. Hasta marzo del presente año, a quince años de la despenalización del aborto durante las 12 primeras semanas del embarazo en la CDMX, se han llevado a cabo 247 mil 410 abortos en las Unidades Médicas de la Secretaría de Salud capitalina.

De estos, 13 mil 526 fueron abortos en menores de edad (6%). Preocupa, de manera especial, que mil 739 niñas y adolescentes de entre 11 y 14 años han tenido uno o más abortos durante este periodo, alertó la organización Dales Voz en un comunicado.

Rafael Vincent Morfín Calvo, abogado e integrante del área jurídica de Dales Voz, recordó que cuando se llevó a cabo ese cambio a la ley se dijo que no más de un 2% de las mujeres que abortaran reincidirían, pues es la cifra que se ha observado en otros países. Sin embargo, según la propia Secretaría de Salud de la CDMX, alrededor de 13 mil mujeres han abortado dos o más veces.

Considerando los últimos 5 años (2017- 2021), en promedio el 16% de las mujeres que llegaron a un hospital público capitalino a abortar, ya habían tenido al menos un aborto previo. En el 2021, de las 12 mil 295 mujeres que acudieron a abortar, 2 mil 163 (18%) ya habían acudido a realizarse uno o más abortos previos.

Para Dales Voz, es importante enfatizar que las cifras de incidencia y reincidencia expuestas únicamente reflejan lo ocurrido en las Unidades Médicas de la Secretaría de Salud capitalina. Es decir, a 15 años de la despenalización en la CDMX, continúa sin conocerse lo que ocurre en el ámbito de las clínicas privadas, consultorios u otro tipo de espacios particulares donde se llevan a cabo abortos. Ninguna autoridad conoce el número de abortos, los procedimientos que son empleados ni las condiciones en las que se realizan.

Morfín Calvo denunció que la clandestinidad no ha terminado, en tanto no sea de conocimiento público lo que ocurre en tales establecimientos y menos aún, si se considera la proliferación de sitios web que ofrecen todo tipo de servicios, desde pastillas abortivas hasta procedimientos quirúrgicos sin vigilancia de autoridad alguna.

A pesar de que en la normatividad internacional y nacional la mujer embarazada se reconoce como un grupo vulnerable de la sociedad, es claro que para el gobierno capitalino no ha sido así. Menos aun cuando se encuentra ante un embarazo no planeado y en situación de desamparo económico, social, emocional, discriminación laboral por embarazo, u otro relacionado.

Violencia sexual contra mujeres en la CDMX

Según Dales Voz, de acuerdo con los datos más actuales del Censo Nacional de Procuración y Justicia Estatal (2020) los delitos sexuales cometidos contra mujeres capitalinas -registrados en las carpetas de investigación abiertas por el Ministerio Público o el Ministerio Público especializado en adolescentes- durante el año 2019, alcanzaron un total de 6 mil 146 casos.

De los delitos registrados, 2 mil 293, es decir el 37%, correspondieron a niñas y adolescentes. Tan sólo del delito de abuso sexual se registraron 2 mil 831 casos, de los cuales mil 691 correspondieron a menores de edad.

De esta manera, el gobierno de la CDMX ha sido incapaz de generar políticas que ataquen de fondo la violencia sexual, situación que alarma, pues se sabe que uno de los factores que se han asociado con la reincidencia del aborto es una historia o antecedentes de violencia, principalmente física o sexual, señaló el especialista representante de Dales Voz.

Asimismo, agregó, algunos estudios revelan que los niveles de violencia sobre las mujeres embarazadas pueden ser incluso mayores a otras poblaciones de mujeres y alcanzar hasta al 30% de ellas, ya sea violencia física, sexual, verbal, psicológica, entre otras.

Aunque algunas instituciones como el Instituto Nacional de Salud Pública han denunciado este fenómeno de violencia contra mujeres embarazadas no se han establecido mecanismos eficientes para castigarla. Sobre todo, en el entendido de que al dañar a la mujer se daña también el sano desarrollo de la o el menor en gestación.

Política de aborto en CDMX

La política de aborto en la CDMX se ha enmarcado como “innovadora” no sólo para nuestro país sino para el resto de Latinoamérica. De tal forma, estimó Dales Voz, se ha abanderado como un ícono de la «libertad de las mujeres para decidir sobre su maternidad». Sin embargo, a 15 años es muestra, mas bien, de un gobierno que limita la decisión de la mujer a una sola alternativa: renunciar a la maternidad mediante el aborto.

Morfín Calvo: Lejos de ser un referente para otros estados que han seguido el “modelo” de la CDMX, el gobierno capitalino ha claudicado sus esfuerzos para ofrecer opciones en materia educativa, laboral, vivienda, para la mujer embarazada en situación vulnerable.

Enfrentar sola la maternidad –sin el apoyo de la pareja, la familia o el Estado- es una de las mayores expresiones de injusticia social que puede experimentar una mujer.

Son muchos los pendientes de un Estado que ha renunciado a resolver problemas de fondo, más allá de políticas que buscan «salir del paso» con programas fallidos como ha sido la política de aborto desarrollada por el gobierno capitalino. Mientras tantos miles de mujeres embarazadas continúan siendo una de las poblaciones más vulneradas, discriminadas y desprotegidas del país.

Para el abogado Morfín Calvo, de Dales Voz, hoy en día, las capitalinas que desean continuar su embarazo enfrentan falta de información, políticas públicas de apoyo y un sinfín de obstáculos propios de un Estado que no considera a la mujer gestante como una población relevante para el desarrollo del país. Por el contrario, persiste la indiferencia a la condición de vulnerabilidad que sufre esta población y a la urgente necesidad de garantizar el bienestar de la mujer embarazada y de su hija(o).