Obispos de México: Un nuevo horizonte
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de junio de 2019.- Ya pasaron seis meses de la tragedia que costó la vida a la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y a su esposo, Rafael Moreno Valle.
Ya pasaron las elecciones extraordinarias de Puebla, con lo que hay un nuevo gobernador, casualmente de Morena.
Ya quedó claro que el objetivo de Morena en Puebla era gobernar tres de las cinco entidades clave para tener el control político del país; Ciudad de México, Veracruz y Puebla.
Ya pasó todo eso y, sin embargo, a nadie en el gobierno federal parece que le importa esclarecer lo ocurrido y descartar las truculentas versiones que sostienen no pocos poblanos; que la muerte de la gobernadora fue un crimen de Estado; versiones que alejaron a los electores de las urnas.
Peor aún, hace días, la secretaría de Comunicaciones y Transportes reveló que el helicóptero siniestrado –en el que viajaba la gobernadora de Puebla y su esposo–, no tenía reporte alguno de falla mecánica. Curiosamente, dicha información abona las sospechas sobre un posible atentado.
¿Por qué?
Porque al descartar una falla mecánica, se amplían las posibilidades de un potencial accidente provocado, de un atentado, una venganza y hasta de un crimen de Estado.
Y para empezar por el principio debemos volver a la pregunta central en toda tragedia con tintes políticos. ¿Quién se benefició con la muerte de la gobernadora Martha Érika Alonso y de su esposo?
Como queda claro, los beneficiados políticos son el partido Morena y el dueño de ese partido, el presidente Obrador.
¿Y por qué se beneficia el presidente?
Porque ya no existen los políticos que pudieron encabezar uno de los más potentes grupos opositores a Obrador; el poderoso grupo de Rafael Moreno Valle y de su esposa.
Y aquí aparece el hilo fino de una trama política que terminó con la muerte de la gobernadora y su esposo; esposos que, también por pura casualidad, acariciaban el sueño de llegar a la presidencia de la República.
Como saben, Moreno Valle llegó al poder en Puebla gracias a los estrechos vínculos con la profesora Elba Esther Gordillo, aliada entonces con
Felipe Calderón. Y, como también saben, la profesora Gordillo cambió de aliados y hoy es pieza clave del presidente Obrador.
La nueva alianza de la profesora Gordillo provocó un rompimiento con la pareja de Moreno Valle y su esposa, la gobernadora de Puebla.
Lo curioso es que una vez declarada la ruptura entre la profesora Gordillo, Moreno Valle y la gobernadora Martha Érika Alonso, se produjo la tragedia. ¿Es una casualidad?
Nadie lo sabe. Lo que sí se sabe. Sin embargo, es que por orden presidencial se dejó de investigar la tragedia de Puebla, que costó la vida a la gobernadora y a su esposo.
Una fuente confiable de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes reveló a Itinerario Político que por instrucción presidencial no se investiga el caso a fondo. ¿Por qué razón? Nadie ha sabido explicarlo.
Lo cierto, sin embargo, es que ante la ausencia de una investigación a fondo, crecen las especulaciones en todas las direcciones.
Por ejemplo, se dio a conocer un vídeo donde se ve a la pareja –la gobernadora y su esposo, senador–, al momento que entran con su camioneta a la casa del empresario José Chedraui de donde saldrían en helicóptero.
La contradicción es que según las cámaras, la llegada de la entonces gobernadora de Puebla y su esposo a la casa Chedraui se produjo a las 15:03 de la tarde del día del accidente.
Sin embargo, según datos oficiales, el accidente habría sucedido a las 14:49 de la tarde; es decir, 14 minutos antes de que los Moreno Valle fueron captados cuando entraban a la casa Chedraui, lo cual es imposible.
Además, Raymundo Coyotécatl propietario de un terreno de cultivo cercano el lugar donde cayó el helicóptero siniestrado, aseguró haber visto que el aparato ya se había incendiado en el aire y que estalló al caer.
Dijo haber visto fuego desde que el aparato estaba en el aire.
Lo cierto es que a seis meses del accidente que costó la vida a la gobernadora de Puebla y a su esposo, el gobierno de López Obrador hace todo por no aclarar lo ocurrido.
¿Qué esconde el gobierno federal? ¿Por qué el propio presidente habría ordenado no indagar hasta el fondo?
Al tiempo.