Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de julio de 2018.- Aunque en el consumidor final no ha causado todavía ningún impacto las expresiones realizadas por Andrés Manuel López Obrador, virtual presidente electo de México, sobre los precios de las gasolinas en las que veló que continuará la misma política para la fijación de sus precios; sí empieza a trascender entre el empresariado internacional las ambivalentes posturas del próximo gobierno federal hacia el sector energético nacional, como la señal que recién se envía con la postergación de las tres últimas licitaciones de Rondas, por lo que ya preocupa a la exploración petrolera.
Para ser más claros, las grandes reformas estructuras emprendidas por Enrique Peña Nieto pueden tener sus bemoles en lo general, pero la energética es un tinglado Constitucional tan elaborado -que aunque todavía le falta mucho trecho para concluir particularidades- que fue un diseño que llevó casi dos décadas conformarlo, cabildearlo, actualizarlo, hasta el momento de su erogación por las cámaras.
Tras el triunfo avasallador de López Obrador y la postura democrática de Peña Nieto, se enviaron las correctas señales tanto a la sociedad mexicana, como a los mercados internacionales; sin embargo, en este impasse se han dado curso ambivalentes por lo menos tres importantes puntos que ya están generando preocupación.
Primero se asestó contra la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) con el argumento que se revisarían todos los contratos otorgados, una declaración que el organismo recibió con beneplácito pues sería un observador más sobre los que muchos que tiene. Resulta que es tan observado internacionalmente el curso licitatorio, que ya tiene un prestigio bien ganado por concursos transparentes, procesos abiertos y competitivos, en los que se comparten riesgos, además de la estabilidad que brindan a largo plazo.
Segundo dejar de depender de las importaciones de combustibles -mismo que se incrementó a 75 por ciento del consumo interno nacional- se anuncia que dentro de un mes se presentará el plan para actualizar las actuales seis refinerías y la construcción de dos nuevas plantas para incrementar la producción de gasolinas alrededor de 280 mil barriles diarios duplicando la actual; pero actualmente se consume a diario 900 mil barriles, todavía muy lejos para dejar de importar, además de la enorme cantidad de millardos de dinero público que esto requiere, lo que de acuerdo a los analistas petroleros internacionales afectará las inversiones que tiene Petróleos Mexicanos (PEMEX) en otros países.
Tercero al entrar en un observación de los procesos licitatorios, sin decirlo abiertamente, por primera vez ya le metieron ruido político al hilo de negocios y al crecimiento de la exploración petrolera; con la reciente modificación de los calendarios de la CNH para postergar las siguientes tres licitaciones, el empresariado nacional ya declaró sobre el daño que se está provocando, además del freno inesperado que los analistas internacionales ya observan con preocupación.
Es necesario que el mago de la opinión pública –Andrés Manuel- retome el tema energético para que le quite todo lo que preocupa entorno a la exploración petrolera para regresarle la certidumbre que le caracterizó durante cuatro años. ¿Usted qué opina?
—
David Dorantes
Periodista especializado en el sector energético y consultor en comunicación política. Premio Nacional de Periodismo como Mejor Corresponsal del Año (2011), Premio Trayectoria en Comunicación (2016) por el Senado de la República de México, Becario del Departamento de Estado (International Exchange Alumni) en Estados Unidos y cobertura en Washington de las elecciones de Barack Obama (2012).
twitter: @DavidDorantes