
México no se arrodilla ante EU, ya está postrado ante el narco
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de agosto de 2020.- En días recientes en Nayarit se ha presentad una suerte de coincidencias donde los aspirantes que aparecen en las encuestas para competir por la gubernatura el año próximo, casi todos, han dado positivo a la prueba de Covid-19.
Comenzó el diputado local Adahán Casas, quien ya se recuperó, siguió el senador Miguel Ángel Navarro, luego el alcalde de Bahía de Banderas, Jaime Cuevas, engrosó la lista la diputada federal Martha Elena García, y luego el presidente del Congreso local, Leopoldo Domínguez, quienes esta semana lo anunciaron, están aislados y en tratamiento. A ellos, y a quienes en estos difíciles momentos están padeciendo esta y otras enfermedades, y a sus familias, se les desea una pronta recuperación.
Sin embargo, en un porcentaje de la población, expresada en diversos espacios en las redes sociales, se notó el grado de incredulidad ante la noticia, y más de uno pensó que el anuncio forma parte de la estrategia de comunicación para posicionarse en la lucha por el 2021.
No dudo que más de algún consultor haga este tipo de recomendaciones, sin embargo hay un largo tramo entre la recomendación y la operación del hecho. El riesgo de mentir o falsear en un tema de esta complejidad resultaría letal para sus aspiraciones. Como dato adicional, tres de los enlistados son médicos de profesión.
El tema de la incredulidad en las instituciones lo retomó en días recientes Noam Chomsky en una entrevista con Jan Martínez en El País, dijo el famoso lingüista: “La desilusión con las estructuras institucionales ha conducido a un punto donde la gente ya no cree en los hechos. Si no confías en nadie, por qué tienes que confiar en los hechos. Si nadie hace nada por mí, por qué he de creer en nadie”.
A tal grado es la incredulidad que algunos de los políticos mencionados mostraron en sus redes sociales las constancias médicas como pasaporte de acceso para la casilla de la verdad.
Es una lástima que pese a que llevamos meses escuchando las acciones que debemos seguir para evitar contagios éstos se sigan presentando, es muy grave que se dude de alguien que hace público su estado de salud, máxime en un marco donde se han dado grandes debates para conocer por ejemplo el estado de salud de los presidentes de México, donde el actual sigue sin ser claro en ese campo: si padece algún mal se debe saber como bien lo exponen los legisladores nayaritas.
Pero además, la falta de credibilidad en ellos, o en otros personajes mediáticos hace que la guardia se pueda bajar en la lucha para erradicar este mal del año 2020 que llegó para quedarse. Esto es, nadie puede dudar de que los muertos son reales, de que los enfermos son reales y de que lamentablemente pese a los esfuerzos tanto de gobierno como de una buena parte de la sociedad, las cifras no se detienen, y peor aún, en lugares donde ya se cantaba victoria, han comenzado los rebrotes. La buena noticia es el anuncio de la vacuna, pero algunos lo toman como una solución inmediata cuando todavía faltan meses para que sea una realidad.
@rvargaspasaye