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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de noviembre de 2019.- Adam Boehler, director ejecutivo de la Corporación de Financiamiento del Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC), visitó hoy México, donde firmó una carta de interés para financiar un ducto de gas natural desarrollado por la compañía Rassini, S.A.B. de C.V., en los estados del sur del país. La ceremonia de firma fue atestiguada por el Secretario de Relaciones Exteriores de México Marcelo Ebrard, y el Embajador de Estados Unidos en México Christopher Landau.
En un comunicado se informó que el anuncio es precedido por la declaración conjunta de Estados Unidos y México de diciembre de 2018, que fortalece la cooperación bilateral para apoyar la inversión del sector privado y fomentar el desarrollo en el sur de México.
Boehler encabeza una delegación que también incluye a la Asesora Principal de la DFC para el Hemisferio Occidental Kristie Pellecchia, y al Director de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional Mauricio Claver Carone, para explorar oportunidades de inversión en el sector privado, y fortalecer la cooperación con socios clave para el apoyo de objetivos compartidos en la región.
El gasoducto Rassini, una inversión de $632 millones de dólares, atenderá al sur de México, con el potencial de atender a otros mercados de la región en el futuro. El proyecto estimulará el crecimiento económico en esa región, respondiendo a las crecientes necesidades de energía, y apoyando el desarrollo del sector privado en la industria del petróleo y el gas.
El apoyo de la DFC a parte del proyecto está sujeto al proceso de revisión integral de la agencia, y al establecimiento de acuerdos de compra comercialmente viables con proveedores de servicios públicos mexicanos.
«La inversión del sector privado es esencial para promover el desarrollo de comunidades prósperas, estables y seguras en todo México», dijo Boehler. “Este oleoducto fomentará el desarrollo en el sur de México al tiempo que fortalece la seguridad energética y facilita el comercio. Estos avances acelerarán el crecimiento económico, y crearán oportunidades transformadoras en el sur de México para mejorar la calidad de vida.”
Durante la visita, la delegación se reunió con los ministros de finanzas de México, El Salvador, Guatemala y Honduras. Estas pláticas son en seguimiento a la reunión de octubre entre dichos ministros, Boehler, el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos Steven Mnuchin, y el Director del Consejo Económico Nacional Larry Kudlow, en Washington, D.C. La delegación también sostuvo reuniones con el Canciller mexicano Marcelo Ebrard, el jefe de la Oficina del Presidente de México Alfonso Romo, y líderes del sector privado.
La DFC es una nueva agencia del gobierno de E.U. que moderniza la Corporación de Inversión Privada en el Extranjero (OPIC). Duplicando el límite de su inversión a $60 mil millones de dólares, y equipada con nuevas herramientas financieras, la DFC tiene más recursos y flexibilidad para invertir en regiones prioritarias como América Latina. Boehler fue confirmado como el primer CEO de la agencia el 26 de septiembre.
Como institución financiera de desarrollo del gobierno de E.U., la DFC apoya el desarrollo mediante la inversión. La agencia proporciona herramientas financieras, incluidos préstamos y seguros contra riesgos políticos, a los inversores del sector privado que no pueden recaudar suficiente capital debido a los riesgos asociados con la inversión en los mercados emergentes. Al hacerlo, la DFC moviliza capital del sector privado para proyectos que promueven el desarrollo económico, y fomentan la estabilidad en las regiones del mundo donde más se necesita.
La Corporación de Financiamiento del Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (DFC) está financiando soluciones a los desafíos más importantes que enfrenta el mundo en desarrollo en la actualidad. Trabajando junto con las empresas, movilizamos capital privado para invertir en proyectos que crean empleos y oportunidades en los mercados emergentes, incluida la construcción de infraestructura fundamental, la expansión del acceso a las telecomunicaciones, y la provisión de financiamiento para pequeñas empresas, especialmente aquellas de mujeres emprendedoras. La DFC ayuda a avanzar en la política exterior de Estados Unidos al asociarse a proyectos que crean estabilidad económica, protegen la soberanía, y garantizan la transparencia. Las inversiones de la DFC se adhieren a los altos estándares comerciales de los E.U., y respetan los derechos ambientales, humanos y laborales.