Paloma Sánchez-Garnica, premio Planeta 2024, y Beatriz Serrano, finalista
Doña María Josefa Melchora Cano de Moctezuma es descendiente en línea directa de doña Isabel Moctezuma, llamada originalmente Tecuixpo Iztlaxóchitl, última emperatriz del valle de Anáhuac, quien estuvo casada con los emperadores huehuetlatoanis Cuitláhuac, después con Cuauhtémoc y posteriormente, con el conquistador Don Juan Cano de Saavedra. Se sabe de ella, que tuvo dificultad en aceptar su nuevo nombre hispano.
Fue la hija predilecta del hombre más poderoso que había pisado en el mundo azteca conocido en aquella época: Moctezuma II, emperador de México-Tenochtitlan. Isabel murió de avanzada edad, curiosamente después de ya realizada la conquista por parte de los españoles y sus poderosos y cuantiosos aliados indios quienes realmente fueron los realizadores de ella.
A la violenta muerte de su padre, por la pedrada dada por un azteca y presenciando su muerte y vio con ello, derrumbarse el poder del gran imperio en el que pasó su infancia, el poder ejercer su poder por la estirpe que le precedía, el vivir sus primeros matrimonios ver la llegada de los españoles, el haber conocido y tratado al gran genio de la conquista Hernán Cortés y el haber tenido que tomar un nombre hispano distinto al suyo y así haber sido desde ese momento denominada, tanto en su tiempo, como por la historia en delante como Doña Isabel de Moctezuma. Poco se sabe de su vida antes de la llegada de los conquistadores, aunque algunos suponen que fue casada por motivos dinásticos con un noble mexica que murió poco antes de la llegada de los conquistadores al poco tiempo de su matrimonio.
La mayoría de las fuentes relatan que gran parte de la amplia descendencia de Moctezuma murió durante la emboscada que sufrieron los españoles a manos del ejército mexica, conocida como la Noche Triste, pero donde Tecuichpo Ixcayochitzin Moctezuma conocida para nosotros aquí en este escrito como Isabel de Moctezuma, logró escapar regresando con los suyos, para posteriormente ser casada con su tío Cuitláhuac, sucesor con el que se consolidó la posición de este como nuevo tlatoani. Pocos meses después, Cuitláhuac fue atacado por la viruela y murió, dejando su cargo al joven Cuauhtémoc, con quien Tecuichpo también fue casada.
Al caída de Tenochtitlan y su último tlatoani en manos de los españoles y sus aliados, Tecuichpo fue bautizada y apadrinada por Hernán Cortés bajo el nombre de doña Isabel de Moctezuma. El título de “doña” reconocía su nobleza y el apellido Moctezuma recordaba que Tecuichpo era la única hija “legítima” y heredera del gran emperador mexica.
Tras la ejecución de Cuauhtémoc, Cortés se hizo cargo de asegurar el futuro de doña Isabel, concediéndole en encomienda parte del antiguo señorío de Tlacopan como dote en el matrimonio que le concertó con el conquistador Alonso de Grado, quien murió poco después de contraer nupcias con ella. Entonces Cortés llevó a vivir a su casa a la tres veces viuda –cuatro, si se considera su matrimonio previo a la llegada española– y concibió una hija con ella, Leonor Cortés Moctezuma, la cual doña Isabel llegó a rechazarla.
Poco antes del nacimiento de su hija, Cortés la casó nuevamente con el español Pedro Gallego de Andrada, con quien concibió un hijo, don Juan Andrade Moctezuma, heredero de la encomienda de Tlacopan y cabeza de una larga descendencia nobiliaria. Pedro Gallego también murió poco tiempo después e Isabel contrajo nupcias nuevamente en 1532, ahora con Juan Cano Saavedra, quizá por elección propia por primera vez, Juan Cano procedía de una familia noble española y con ello se consolido el señorío del cual gozaron todos sus descendientes de ser los señores de Tacuba y llevar la estirpe mestiza noble de Cano de Moctezuma. Cortés, por celos del rey y de los demás conquistadores se le había recortado buena parte de su gran poder. Poco se sabe de la vida de esta mujer después de su último matrimonio, salvo que concibieron cinco hijos: Juan, Pedro, Gonzalo, Isabel y Catalina.
Doña Isabel de Moctezuma falleció en julio de 1550. Al momento de su muerte era una mujer rica, noble, cristiana, influyente y respetada por la sociedad; bello mestizaje se logró con la antigua princesa mexica convertida en la muy noble dama novohispana, un claro ejemplo del proceso de mestizaje que se consumó en esta nuestra tierra con la llegada del conquistador hispano.
De esta unión surgió la línea genealógica conocida como Cano de Moctezuma. Siendo de esta familia, Doña Melchora formaba parte de lo más representativo de la aristocracia mexicana del siglo XVIII, lo cuál se reafirma por la presencia del chiqueador en la sien.
Fuente: www.rodrigoriverolake.com