Un año sin Toledo, es grande el vacío por su ausencia

La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Gabriel García Márquez.

OAXACA, Oax. 5 de septiembre de 2020.- Nos sorprendió la noticia de su muerte un jueves. Francisco Benjamín López Toledo, el prolífico artista de renombre internacional conocido como Francisco Toledo, dejaba el plano físico el 5 de septiembre de 2019.

Se fue sin nada, en silencio y aunque nos dejó una inmensa obra, también es inmenso el vacío que no llena nadie más.

El ámbito cultural está huérfano desde entonces. Aunque su familia prefirió continuar el duelo en privado, su figura hace falta en cada uno de los sitios que edificó en vida.

Cuánto ha pasado en un año, querido Maestro. En tu ausencia siguen desaparecidos los jóvenes de Ayotzinapa y vino después una pandemia, ¿cómo serían los cubrebocas que habrías creado? Nos contarías una fábula quizá. Al Toledo humano seguro que sí le preocuparía esta emergencia. Nunca desdeñaste el dolor humano, como lo hacen ahora gobiernos omisos que solo informan de cifras para hablar de personas que han perdido la vida.

Nos llega tu aniversario en semáforo amarillo, amarillo como las mariposas de García Márquez, uno de los autores que trajiste generosamente a la biblioteca del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), no faltó nunca una novedad.

Ni las paredes para impulsar la obra de artistas plásticos emergentes. Tendrías un gran disgusto, Maestro, de saber que uno de los socios más importantes del gobierno en turno es promotor del glifosato y que no estás para defender el maíz.

Empata tu aniversario con el Día Internacional de la Mujer Indígena, esa que tú reconociste plenamente, como las mujeres de Loxicha que también lloraron tu muerte.

Aunque también habría que contarte que hay esfuerzos importantes para rescatar el idioma zapoteco, y que muchos de tus becarios están rindiendo frutos. Estarías preocupado por el avance de la reconstrucción por los sismos.

Nos haces falta, Maestro, aunque esta era una nota para recordar tu aniversario, dispensarán los lectores el cambio de tono.

De nuevo recuerdo a Gabriel García Márquez, decir que la muerte es muy injusta, es una discusión de ausentes, pues ya no estará aquí de quien se habla.

Y del maestro Toledo se ha hablado tanto, que sería abrumador para él. Solo resta decir, una vez más, gracias maestro, por darle tanto a Oaxaca.